La reunión de ayer también sirvió para poner en marcha una iniciativa del Arzobispado encaminada a ofrecer alojamiento y comida a personas sin techo que viven en la calle. Según Pere Fuset, se trata de «un proyecto para «la acogida de personas sin techo». Y Arturo Ros precisó que la propuesta del Arzobispado es crear en un inmueble de su propiedad «un centro de baja exigencia» para «atender especialmente a transeúntes en momentos de temporal, de frío o de lluvias». «Tenemos el espacio posible, vamos a tener los medios posibles y tenemos la disposición del ayuntamiento a hacer fácil el proyecto», dijo el obispo auxiliar, según el cual habría 20 ó 25 camas, duchas y comida caliente. El Arzobispado se plantea la posibilidad de que en un futuro este espacio, gestionado por Cáritas, sea también un centro de día que estaría a disposición del ayuntamiento en caso de que necesitara dar acogida de este tipo.