El sector industrial es todavía un potente generador de riqueza y empleo en tierras valencianas, a pesar de que en las últimas décadas ha perdido peso relativo respecto a la construcción y, sobre todo, respecto a los servicios.
La grave crisis que afectó a la Comunitat Valenciana y, en general, a toda España desde 2007 se debió en buena medida al papel desmesurado que llegó a alcanzar la construcción durante el auge mobiliario (1997-2007) y a su brusco retroceso desde 2008. Durante el boom inmobiliario, en València y l'Horta se produjo una situación análoga a la del resto del territorio español. Con una cultura empresarial que buscaba el beneficio rápido asumiendo riesgos, muchos empresarios locales se reconvirtieron en constructores, dejando de lado su actividad principal anterior, normalmente industrial. Con el estallido de la burbuja inmobiliaria, el territorio se encontró ante una doble pérdida: la de la propia construcción y actividades inmobiliarias, por un lado, y la de aquellas actividades industriales que se habían ido abandonando para invertirlo todo en ladrillo, por otro.
Pese a todo ello, la actividad industrial ha jugado y juega en la actualidad un papel crucial en la articulación del área metropolitana de València. La evolución de las inversiones industriales en la Comunitat Valenciana muestra que entre los años 1990 y 2001 se produjo una cierta expansión. A partir de 2001, con el boom inmobiliario, comenzó a descender la inversión industrial hasta tocar fondo en 2005. Con el estallido de la burbuja inmobiliaria la depresión inversora se acentuó de nuevo, y 2010 supuso el mínimo histórico de inversión registrada, debido sobre todo a la práctica inexistencia de inversión industrial en el área metropolitana.No obstante, a partir de ese momento, la inversión volvió a mostrar una dinámica creciente. Esta recuperación de la inversión se dio en especial en el área metropolitana de València, ya que mientras el resto del territorio no se recuperaba, allí se invirtió en 2011-2013 tres cuartas partes de toda la inversión industrial autonómica.
Economías de urbanización
Por lo general, el modelo industrial del área metropolitana de València y, por ende, del cap i casal, concentra algunos sectores endógenos menores como el mueble o el agroalimentario junto con otras actividades con mayores exigencias de capital, cualificación y tecnología (productos metálicos, químicos, material de transporte). A menudo se trata de empresas foráneas o multinacionales. Las economías de urbanización metropolitanas, tales como mejorar la accesibilidad y cualificación laboral, favorecían el establecimiento de este tipo de empresas.
Tras los peores años de la crisis económica se ha visto un repunte de las exportaciones industriales valencianas durante los últimos años. Los inversores han vuelto a confiar en este sector, especialmente en el área metropolitana de València. De hecho, la inversión industrial extranjera en la Comunitat Valenciana ha crecido notablemente a lo largo de 2017.
Concretamente en València ciudad las actividades profesionales que más han proliferado en los últimos años no están ligadas normalmente a la industria. Se trata más bien de actividades empresariales relacionadas con la economía del conocimiento o la sociedad de la información, así como actividades profesionales y técnicas (educación, sanidad, servicios sociales, información y comunicaciones, sectores financieros y seguros).
