El alcalde de València, Joan Ribó, elevó ayer el tono reivindicativo frente al Puerto de València y dijo que «es fundamental un nuevo tiempo donde la ciudad hable de tú a tú al puerto», al que recordó que «el crecimiento no puede hacerse de espaldas a los intereses de la ciudadanía». El alcalde, y candidato de Compromís a la alcaldía, recordó la pérdida de la huerta de la Punta por la construcción de la Zona de Actividad Logística (ZAL) y la pérdida de la playa de Natzaret como consecuencia de la ampliación sur portuaria . Ribó, que también ha mostrado sus cautelas en relación al nuevo proyecto de túnel submarino para la ampliación norte, reclamó ayer al puerto, como en su momento hizo (sin éxito) con la reversión de la ZAL, «que devuelva a la ciudad los espacios que no usa». En concreto, se refirió a la parte de la dársena que es portuaria (donde se construirá el futuro varadero náutico) y a los terrenos de la frontera con Natzaret, cedidos temporalmente a la ciudad.
El alcalde se pronunció en estos términos en la inauguración de las jornadas «Nuevos Viejos Puertos» que se celebran en la Marina València y en las que se debate sobre el futuro de los puertos históricos, sobre su modelo de desarrollo, y en las que intervienen alcaldes de distintas ciudades, activistas y expertos. València, dijo Ribó, es «un gran ejemplo de recuperación de un puerto histórico» a través de la participación y la combinación de usos náuticos, culturales y de innovación. La Marina es «un espacio para la ciudadanía recuperado después de un modelo fallido de grandes acontecimientos condenado al fracaso» dijo el alcalde, quien glosó el nuevo modelo «no especulativo» impulsado en la Marina, que por primera vez empieza a dar beneficios tras la condonación de la deuda de la Copa del América por parte del Gobierno.
El presidente de la Autoridad Portuaria de València, Aurelio Martínez, que acaba de firmar un convenio con la ciudad para ceder suelo en la frontera con Natzaret para crear un gran parque, valoró la nueva etapa de diálogo con la ciudad. Martínez destacó los beneficios del puerto, al que llegan diariamente 6.000 camiones, pero también su impacto negativo como consumidor intensivo de suelo.
En las jornadas intervino el exalcalde de València en los ochenta, el socialista Ricard Pérez Casado, quien recordó la opacidad histórica del puerto, que hace 40 años, cuando se sentaron las bases de la modernización de la fachada marítima, era un «coto cerrado». Pérez Casado reivindicó logros como el túnel de Serrería y advirtió del impacto que puede tener el túnel submarino que proyecta el puerto frente a la Malva-rosa, al tiempo que abogó por el crecimiento del puerto en Sagunt.
Los alcaldes de Sagunt y Gandía, Josep Francesc Fernández y Diana Morant, destacaron que el futuro « pasa por abrir los puertos a las ciudades».
En estas jornadas se exponen las experiencias sobre transformaciones portuarias en otras ciudades españolas como Bilbao, Barcelona y A Coruña, y europeas, donde se aboga por modelos más sostenibles e integradores.
