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Ribó negocia para abrir el aparcamiento de Tarongers los días de fútbol en Mestalla

El alcalde quiere involucrar a la Universitat de València y al València CF en la firma de un convenio para el uso de las zonas de estacionamiento en el recinto educativo - Recuerda que ya en el año 2016 se cedieron 1.100 plazas para un único partido

Una de las habituales invasiones del espacio peatonal en los alrededores de Mestalla. twitter.com/valenbisi_es

El alcalde de València, Joan Ribó, se ha propuesto buscar una solución para el histórico problema de aparcamiento que se produce cada vez que se celebra un partido en Mestalla. Para ello, el máximo responsable municipal plantea la firma de un convenio de colaboración a tres bandas entre el Ayuntamiento de València, la Universitat de València y el Valencia CF. La idea es destinar las 1.100 plazas de estacionamiento del campus universitario de la avenida Tarongers como parking temporal los días de fútbol, de manera que se eviten las continuas invasiones de zonas peatonales, la congestión de tráfico alrededor del estadio valencianista y los problemas de seguridad derivados de esta situación.

El alcalde ha tomado la iniciativa en esta complicada cuestión y ha remitido una carta a la rectora de la Universitat de València (UV), Mavi Mestre, a la que ha tenido acceso en exclusiva Levante-EMV. En la misiva Ribó solicita a Mestre «retomar las negociaciones entre la Universitat y el Ayuntamiento de València y así firmar un convenio, incluyendo también al València CF, para ofrecer aparcamientos los días que hay partido de fútbol y, de esta forma, evitar los colapsos en los alrededores del Mestalla y de la avenida Aragón.

Ribó hace mención en la carta de un antecedente de colaboración entre la Universitat y el Ayuntamiento con motivo de un partido celebrado el 2 de octubre de 2016 entre el València CF y el Atlético de Madrid. Entonces se llegó a un acuerdo temporal para habilitar 1.100 plazas de aparcamiento en el campus de Tarongers, una experiencia positiva a juicio del alcalde que ahora debería volver a explorarse.

En su escrito a la rectora de la UV, Ribó queda «a la espera de noticias» de Mestre «para poder llegar a un acuerdo entre todos y recuperar el espacio público, calmar el tráfico y mantener una movilidad más beneficiosa para el medio ambiente», según explica en la carta.

Lo cierto es que los días de fútbol son un auténtico caos en torno al estadio de Mestalla, donde los vecinos de la zona llevan denunciando desde hace años la permisividad con los conductores infractores, que invaden las zonas peatonales, los carriles bicis e incluso zonas ajardinadas durante los días de partido, «ayudados» por los gorrillas.

De igual modo, el tráfico se colapsa en todas las vías que se sitúan alrededor del estadio, principalmente la avenida Aragón y la Alameda, que son otras dos zonas donde se aprovecha hasta el último hueco posible (legal o ilegalmente) para poder estacionar.

Pese a la gravedad del problema, ningún gobierno municipal ha conseguido hasta ahora paliar la situación que, además, tiene consecuencias que afectan a la seguridad de las personas ante eventuales emergencias.

40.000 desplazamientos

La dificultad de la cuestión es organizar de forma ágil a las 40.000 personas que acuden de media a Mestalla a los partidos (a veces más, otras menos), muchas de las cuales se desplazan desde el área metropolitana con su vehículo propio. Los aficionados reclaman al tiempo un refuerzo mayor de las frecuencias del transporte público (metro y bus) cuando hay partido. En los últimos tiempos se ha experimentado además un incremento importante de desplazamiento con motocicletas eléctricas compartidas, gracias a la facilidad y agilidad de su uso.

Un problema inaplazable

Fuentes municipales explican que la voluntad «clara» del alcalde Joan Ribó «es la de resolver un problema histórico que afecta a miles de personas y a todo el vecindario de la zona de Mestalla», y consideran que ha llegado el momento de que la colaboración entre la institución académica y el club de fútbol ponga los mimbres para solucionar esta situación.

Desde Alcaldía recuerdan que en reuniones mantenidas en 2018 ya se trasladó a la Universitat de València «la voluntad de crear una comisión técnica que evalúe accesos, gestión, etc, una vez la UV se comprometa a la cesión puntual de los aparcamientos. De momento no se está poniendo encima de la mesa posibles condiciones económicas del acuerdo, así como quién asumiría las contraprestaciones en el caso de haberlas. Desde el consistorio explican que esos aparcamientos pueden resolver transitoriamente las necesidades derivadas de la asistencia de miles de aficionados a Mestalla, ofreciendo una alternativa de aparcamiento que hoy por hoy no existe, admiten.

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