La Marina de València vivió el pasado sábado 23 un día histórico. La mascletà vertical Amstel Nit de Falles allí disparada consiguió reunir a más de 100.000 personas que durante diez minutos vibraron con los 1.700 kilos de material pirotécnico que hizo estallar Ricardo Caballer. Una cifra que ha batido todos los récords, ya que ningún evento jamás celebrado en el recinto marítimo ha conseguido reunir a tanta gente.

Por segundo año consecutivo, el frente marítimo se llenó explosión, luces y color, demostrando que es un espacio óptimo para la celebración de eventos de gran envergadura, como afirmó Caballer. En su opinión, la Marina de València "es un espacio muy abierto que permite usar mayor potencia". Además, su ubicación frente al mar favorece los efectos visuales y "hace que los colores luzcan más".