La buena situación económica del Ayuntamiento de València, que se ha traducido en una considerable reducción de la deuda y en un aumento en las inversiones de 100 millones en tres años,permitió al consistorio hace unas semanas salir oficialmente del plan de ajuste. La primera consecuencia es que la ciudad ya puede volver a endeudarse para mejorar los servicios públicos y optar a crédito europeo. Recuperado el músculo financiero, el ejecutivo de Joan Ribó no ha permitido tiempo, y ayer anunció la inversión de 74,1 millones de euros para comprar 200 autobuses para la EMT hasta 2022. La mitad se pagará mediante un crédito del Banco Europeo de Inversiones al 0 % de interés y con una amortización a 15 años.
«Son unas condiciones muy buenas», remarcó el alcalde Joan Ribó, quien detalló que para acceder por primera vez al crédito del Banco Europeo de Inversiones «necesitamos solvencia y en estos momentos el Ayuntamiento tiene un rating igual que el Estado, aunque en realidad es bastante mejor, pero es igual porque los ayuntamientos no pueden tener un rating mejor que el Estado», destacó el también líder de Compromís.
Ribó anunció además dos grandes inversiones futuras tras salir del plan de ajuste. «El primer paso de acceder a inversiones como estas es adquirir estos autobuses y os puedo adelantar como primicia que estamos trabajando en la posibilidad de adquirir créditos para hacer un parque de viviendas de alquiler importante, y pensamos que Aumsa pueda optar a este tipo de créditos. Y el segundo es una cosa que nos ha caído encima y estamos en situación de emergencia que es el tema del colector norte, donde nos hemos gastado millones para limpiarlo de toallitas, aunque el programa general es más importante con inversiones muy serias».
«Es un camino prometedor para invertir en otras cosas fundamentales para la ciudad», dijo el alcalde. Por su parte, el concejal de Mobilitat Sostenible, Giuseppe Grezzi -que viajó ayer a Bilbao para recoger el premio a la ciudad española con la mejor red ciclista- explicó que esta primera inversión de la EMT a través del Banco Europeo de Inversiones «es un plan ambicioso pero realista porque Europa nos pide solvencia y buena situación económica».
