La Agencia Valenciana Antifraude está investigando al presidente del Comité de Empresa de EMT València, Adolfo Cruz, en relación a un presunto amaño en la bolsa de conductores de la compañía municipal de autobuses. La denuncia parte de un aspirante, después de que registrara una conversación telefónica que mantuvo con Adolfo Cruz, líder de UGT en la compañía. En la llamada, el sindicalista asegura al candidato que, gracias a su gestión con un examinador, ha logrado que éste cambie su suspenso por un aprobado. Adolfo Cruz, según se relata en la denuncia a la que ha tenido acceso Levante-EMV, también reconoce que ha intercedido para beneficiar a otros candidatos.
Los hechos se remontan a hace ahora un año, cuando EMT València realizó las pruebas prácticas para crear una bolsa de trabajo con 300 nuevos conductores. Según los audios a los que ha tenido acceso Levante-EMV, el presidente del Comité de Empresa se dirige a un candidato y le asegura que ha conseguido que el examinador modifique los resultados. El denunciante, que grabó todas las conversaciones con una aplicación para el móvil, obtuvo finalmente la plaza de conductor, pero decidió comunicar a la compañía municipal este presunto amaño para que iniciara una investigación interna.
Ante la gravedad de los hechos, en mayo de 2018 EMT València trasladó a la Agencia Antifraude toda la información de que disponía para que el organismo que lucha contra la corrupción dictamine si la conducta del sindicalista Adolfo Cruz vulnera la Ley del Estatuto del Empleado Público y, si así es, recomiende a la empresa pública las acciones que debe emprender, entre ellas un posible traslado a la Fiscalía, si ve indicios de delito.
El relato de los hechos
El día de los hechos, que sucedieron a mediados de abril de 2018, Adolfo Cruz acudió a las pruebas prácticas que se celebraban en la zona de Poblats Marítims y se presentó al aspirante en calidad de presidente del Comité de Empresa. Intercambiaron sus teléfonos y posteriormente mantuvieron hasta tres conversaciones telefónicas diferentes. En una de ellas, Cruz le pregunta al aspirante cómo han transcurrido las pruebas y éste le confiesa que bien, pero que tiene dudas por una maniobra en concreto. Acto seguido, el sindicalista de UGT le transmite que tiene «una noticia» y que está «apto».
Ante la sorpresa del aspirante, Adolfo Cruz relata que la noche anterior había estado «hablando con el examinador» con el que comentó «algunas de las dudas que tenía con alguno de vosotros. Y nada, ha puesto un tupido velo», le asegura. «¿Te comentó algo de mi jugada?», le pregunta el candidato al presidente del Comité de Empresa, y el sindicalista responde: «Sí, anoche estuve hablando con él e hizo una modificación del informe. Estás apto».
Más adelante en la conversación telefónica, Cruz comunica al candidato que estaba «suspendido» y acto seguido le espeta «pero tú no digas nada, eh». «No, no, qué voy a decir», le responde el aspirante a conductor, a lo que añade el representante de UGT: «Esto es uno de los capotes que os intentamos dar».
«No sé cómo agradecértelo»
Tras esto, Adolfo Cruz le explica que ese mismo día o al siguiente le llamarán de la empresa para confirmar que está apto y que le darán fecha para hacer las pruebas médicas. «Cuando te llamen me vas diciendo cosas», le sugiere Cruz. «No sé cómo agradecértelo», manifiesta el aspirante, a lo que el presidente del Comité de Empresa responde: «Nada, qué vas a agradecerme... Nosotros estamos para estas cosas, para intentar ayudar en la gente, cuando podemos. Yo con que la gente que lo necesita entre, contento, es mi trabajo».
Al día siguiente, tal y como había anunciado Cruz por teléfono a su interlocutor, EMT València se puso en contacto con el candidato para comunicarle que había sido declarado apto en las pruebas y lo convocaba a la revisión médica que tendría lugar en la cochera de Sant Isidre. Actualmente el conductor forma parte de la plantilla de la empresa.
