La larga trayectoria de la petición de conseguir que Benimàmet sea declarada como Entidad Local Menor (ELM), que empezó en 2001 cuando Benimàmet Poble solicitó, sin éxito, la segregación total de València, ha dejado por el camino alianzas de todo tipo, pero también desencuentros. Uno de ellos es el producido entre esta entidad y el actual alcalde pedáneo, José Melgares, por determinar cuál era el mejor camino para conseguir llegar, finalmente, al mismo resultado, que no es otro que la consecución de la ELM, pues la segregación, a día de hoy, está totalmente descartada por todas las partes.

Si el viernes era Benimàmet Poble quien hablaba de oportunismos, sin referirse concretamente a nadie, pero hablando de los políticos, entre ellos, el alcalde pedáneo José Melgares, este respondía ayer alegando que las relaciones empezaron a torcerse a raíz de una entrevista publicada por este periódico en febrero de 2018, en la que Melgares anunciaba su predisposición para llevar adelante la petición de la ELM.

«Desde entonces me retiraron la palabra e incluso impidieron que yo formara parte de la mesa en una asamblea que montaron, algo que ni yo ni el pueblo logró entender, y que al final fue en su contra», asevera Melgares, que añade que desde entonces, este colectivo «insiste solo en que su petición es la correcta y no quiere colaborar con nadie».

Sobre la demanda de Benimàmet Poble de haber estado como vocales en la Junta de Distrito, en la que se creó una comisión expresa para tratar la cuestión de la ELM, Melgares alega que la ley solo permite que este puesto sea ocupado por integrantes de partidos políticos, algo que al final se hizo representando a los tres integrantes del tripartito.

Por otra parte, Melgares recuerda que, hasta no hace mucho tiempo «ningún partido se creía ni apoyaba esta petición», a lo que añade que fue su insistencia, así como sus reuniones con Manzanet, asesor de Consol Castillo, la concejala de Pobles, lo que propició encontrar la vía actual, que se fundamenta en la petición formulada en 2008 por José Simón, militante de EU, y que, por tanto, es anterior a la Ley de Racionalización de la Administración Local de 2013, la «Ley Montoro», lo que posibilita declarar la ELM con personalidad jurídica propia.