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Tradiciones

Los "miracles" inician la última parte de actos del año Jubilar Vicentino

Los niños de los altares inician tres jornadas de actuaciones para dirimir cual es la mejor obra

Los "miracles" inician la última parte de actos del año Jubilar Vicentino baltasar bueno

En condiciones normales, hoy se estaría diciendo que «empiezan las fiestas de San Vicente Ferrer». Pero éstas, altar de La Canyada aparte (que siempre son los primeros aprovechando el calendario vacacional de Semana Santa), ya tuvieron un preludio hace semana y media y ahora encaran su calendario habitual que, sin embargo, está modificado para añadir los festejos extraordinarios con motivo del VII Centenario de la muerte del «pare Vicent».

Esos festejos son los que completarán una fiesta rutinaria en sus liturgias. Que así empezó la legislatura y así la acaba. Entre otras cosas porque los intentos de cambiar algunas cosas por parte del concejal de Cultura Festiva, Pere Fuset, se quedaron en intentos. La honorable clavariesa la sigue eligiendo el concejal (tan sólo una fue nombrada por las recomendaciones de los altares), su nombramiento continúa haciéndose en «Capitanía», antiguo escenario dominico pero ahora sede militar y, en lo que corresponde a lo que tiene que venir, el concurso de «miracles», continúa en el espacio habitual, el salón de actos de la ONCE.

Allí, en un auditorio más bien pequeño, seguirá celebrándose con media entrada y gracias. Salvo cuando actúen las principales, en que la asistencia es algo mejor. Pero es una actividad atascada. Sin margen de crecimiento. Se tanteó celebrarlo en escenario callejero (tal como se han representado siempre), pero también hubo que echar la marcha atrás. Con lo que los que se quieran acercar podrán ver un concurso de obras cortas de teatro, aderezadas con algunos efectos de luz y sonido, con una buena acústica (la única forma de verdad de escucharlas sin problemas, porque luego en la calle será más difícil) y, sobre todo, con el esfuerzo de unos niños que sacrifican una parte importante de sus vacaciones para sacar lo mejor de sí mismos. A veces, si se quiere, con exceso de competitividad. Pero manteniendo una tradición que pasa las generaciones.

Así, en jornadas de martes, miércoles y jueves, desde las tres y media, y en el mini-teatro de la Gran Vía Ramón y Cajal, los niños de los altares escenificarán pasajes de la vida de San Vicente en los que obra un milagro para arreglar la vida a determinadas personas en determinados pueblos y en determinadas épocas. Son libretos creados desde la imaginación, pero que resaltan e idealizan uno de los aspectos más sobresalientes del patrón valenciano: no su capacidad para milagrear, sino para poner de acuerdo a los pueblos. Una labor de mediador en la que se especializó a lo largo de una vida que acabó hace ahora 600 años.

Hoy actuarán, por este orden, los niños de los altares de Mercat, Meliana, Mocadoret y Almàssera. Mañana lo harán los de Tossal, Xirivella, Carmen, La Canyada y Pilar (día grande donde los haya) y cerrarán el jueves los de Mercado de Colón, Riba-roja, Pila Bautismal y Mar. Al día siguiente se dará a conocer el veredicto del jurado.

Un sábado especial

El «bis» del altar ganador será una de las novedades del «super-sábado» que se ha organizado para el 27. Ese día, a las cinco y media, y en el altar levantado en la Plaza de la Virgen se entregarán los premios y se hará la representación.

Ese sábado es el que las asociaciones vicentinas han «limpiado» sus programas para dedicarse a la jornada colectiva, que se completará con un concierto a las siete de la tarde, a cargo de la Banda Primitiva de Lliria, una cena popular en la plaza de Manises y un «cant d'albaes» desde las diez y media de la noche por los lugares vicentinos: Plaza de la Virgen; San Esteban, donde fue bautizado; Casa Natal, en la calle del Mar; y la iglesia del antiguo convento de Santo Domingo, de Valencia, donde residió? y se formo? en sus primeros añ?os en la Orden de Predicadores.

Después de un domingo con los actos propios de los altares (incluyendo la subida de los santos a los altares y la representación de "miracles"), el Año Jubilar Vicentino se rematará el lunes 298 con la misa de pontifical presidida por el cardenal Antonio Cañizares y las procesiones cívica y general.

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