Las excavaciones arqueológicas en el solar del antiguo convento del Pilar, en el barrio de Velluters, han dado con un sorprendente hallazgo: dos fragmentos de «hanukiyas», unas lámparas de aceite de uso ritual usadas para conmemorar «Hanuká», o Festividad de las Luces por los judíos valencianos durante la época medieval. Así lo anunció ayer la Concejalía de Cultura, que dirige Gloria Tello, que explicó que las lamparas judías se han fechado entre los siglos XIV y XV. Sus características «nos indican que estos objetos fueron producidos en Barcelona y posteriormente, importados al antiguo reino de Valencia, ya que habían importantes relaciones entre sus aljamas», apunta Cultura.
Según explica cultura en su nueva plataforma digital «Cultural València», el hallazgo se ha producido bastante lejos de donde se sitúa el recinto de la judería, un hecho que se explicaría por la dinamización del urbanismo y «porque probablemente fueron utilizados como material de relleno y nivelación en construcciones posteriores al asalto de 1391, que supuso el fin de la judería en Valencia».
El ritual del Hanukà
Los trabajos arqueológicos desarrollados en el antiguo convento del Pilar (Barri de Velluters), previos a la construcción por parte del Ayuntamiento de València de una dotación de Servicios Sociales, han permitido localizar e identificar por primera vez en la ciudad de Valencia, fuera de contextos funerarios, objetos domésticos de uso ritual de los judíos medievales valencianos.
Los restos hallados son dos fragmentos de lamparillas de aceite utilizadas durante el Hanukà, una celebración que se prolonga durante ocho días y que conmemora la purificación del templo de Jerusalén por los Macabeos en el año 165. Las «hanukiyas» se componen de 8 candiles de cazoleta abierta y otro de mayor tamaño o «samás». La «hanukiya» debe de colocarse junto a la puerta de la vivienda en la parte izquierda y, si es posible, en un lugar elevado, observable desde el exterior o junto a las ventanas. El ritual judío cuida de que las lámparas ardan al menos durante media hora después de la puesta de sol calculando la cantidad precisa de aceita y de mecha.
Por las características morfológicas y físicas de la arcilla con la que se fabricaron los objetos recuperados en Velluters, puede precisarse que se trata de manufacturas idénticas a las recuperadas en el call de Barcelona, por lo que sin duda se trataría de piezas importadas en la capital del antiguo reino de Valencia, fruto de las múltiples relaciones de las importantes «aljamas» de Valencia y Barcelona.
