Un grupo de expresas de la antigua cárcel de mujeres de València, ubicada en el paseo de la Petxina y hoy Colegio Público 9 d'Octubre, presentaron ayer por la tarde una iniciativa para la recogida de firmas en reconocimiento y homenaje a las mujeres, víctimas de la represión franquista, que estuvieron recluidas en esta prisión. En la cárcel de mujeres de València, construida en 1925 por Vicente Agustí y situada en el barrio de Nou Moles, estuvieron confinadas durante la dictadura cientos de presas políticas republicanas, algunas con sus hijos, pero también víctimas de las leyes represivas y discriminatorias, como la que castigaba el adulterio, el abandono del hogar y la prostitución.
Las promotoras de esta iniciativa, que ayer se presentó en el Centro del Carmen en una mesa redonda titulada «Memoria, represión y género», solicitan al ayuntamiento y a la Generalitat que se coloque en la fachada de la antigua cárcel una placa «en recuerdo de las mujeres encarceladas durante el franquismo por oponerse a la dictadura hasta el final y también para las que fueron encerradas en aplicación de unas leyes penales claramente discriminatorias y machistas».
Así se hizo hace años en el complejo administrativo Nou d'Octubre, la antigua Cárcel Modelo de hombres de València. También se ha hecho en Barcelona donde ya existe un memorial en la antigua cárcel de mujeres.
En la mesa redonda, y apoyando la iniciativa, participaron la abogada Concha Gisbert; la comisaria de la exposición «Donde germinan los silencios», Irene Ballester; la periodista Llum Quiñonero y la historiadora Vicenta Verdugo, autora junto con la profesora de la Universitat de València Ana Aguado de varias publicaciones sobre las cárceles de mujeres durante el franquismo.
Una de las obras de referencia en la todavía escasa bibliografía sobre la mujer en la represión franquista, es «Las cárceles franquistas de mujeres en Valencia: castigar, purificar y reeducar» obra de Verdugo y Aguado, donde se refieren los casos de la cárcel provincial de mujeres de València y sobre la prisión del Convento de Santa Clara. Cárceles que estuvieron saturadas de mujeres republicanas, algunas condenadas a muerte, en condiciones infrahumanas, también con niños «desaparecidos» posteriormente.
Una de las presas políticas del franquismo y promotoras del memorial en la cárcel de mujeres es Carmen Pérez, quien ve inexplicable que en la antigua cárcel no haya ninguna referencia al pasado del edificio y a las mujeres que estuvieron allí encarceladas por defender sus ideas y reivindicar la democracia. Ella pasó poco tiempo en la cárcel, en la que ingresó tras ser detenida junto con otra compañera por participar en la manifestación del 1 de mayo. Recuerda que la celda era un espacio lúgubre, con un camastro y un váter y que las levantaban temprano para fregar el suelo de la prisión. Han conseguido localizar al menos a 20 presas que estuvieron en la cárcel de València y su objetivo es rescatar la memoria histórica de la cárcel de mujeres.Existe una «total desatención» en la bibliografía y los libros de texto a «las notables particularidades de la represión franquista sobre las mujeres», afirma la guía dirigida a colegios e institutos «Mujeres y represión franquista» editada por el Aula d'Historia i Memòria Democrática de la Universitat de València. Bajo el franquismo, añade el texto, «las mujeres aparecen como sujeto pasivo, sin protagonismo y obviando su capacidad de resistencia». El colegio 9 d'Octubre, en cuyos patios pasaban las horas muertas las presas del franquismo y donde hoy corren y juegan los escolares, es un buen ejemplo de ese olvido, contra el que se rebelan ahora las mujeres que lo sufrieron.
