La imagen la captó ayer el fotógrafo del Levante-EMV en la plaza de la Virgen, pero lleva produciéndose desde hace semanas: un numerosísimos grupo de turistas en bici que, en demasiadas ocasiones, incumplen las normas de circulación y generan problemas de convivencia con el resto de usuarios de la vía, además de proyectar una mala imagen del colectivo ciclista.
Es habitual que los grupos de turistas, numerosos pero también en número reducido, se desplacen por la ciudad con bicicleta sin respetar las normas, invadiendo aceras y zonas peatonales o circulando en contradirección en calles como la Paz o San Vicente. Las tiendas de alquiler deben repartir una guía de buenas prácticas que elaboró la concejalía de Mobilitat Sostenible, pero no parece que se le esté prestando atención a este pequeño decálogo. Tampoco la Policía Local actúa, según denuncian colectivos vecinales del centro histórico.
El artículo 49 de la nueva ordenanza de Movilidad, que está a punto de ntrar en vigor, regula los grupos de turistas que se desplazan en bicicleta o en vehículo de movilidad personal por la ciudad. Estos no deberán exceder de 15 personas y si el grupo fuera mayor, deberá fraccionarse en grupos de ese tamaño como máximo, circulando a una distancia mínima de 50 metros entre ellos. Además, los grupos formados por más de 6 personas siempre deberán ir acompañados por una guía.
