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Patrimonio

Así fue el pavimento gótico de la Lonja

Cuatro de las 2.000 baldosas de la torre conservadas en el Museo González Martí permiten ahora su recreación

La concejala Gloria Tello durante su visita ayer a la torre de la Lonja. levante-emv

Los responsables de la restauración del pavimento medieval de la torre de la Lonja, monumento Patrimonio de la Humanidad, desvelaron ayer, durante la visita de la concejala de Cultura, Gloria Tello, los entresijos de esta complicada intervención, que ha permitido recuperar la imagen que tuvo en el siglo XV esta estancia noble, que da acceso al palco de autoridades de la sala principal del Consolat del Mar. La intervención llevaba años pendiente por falta de financiación y permitirá a medio plazo reabrir parte de la torre al público.

El pavimento, del que apenas se conservaban piezas en buen estado, se ha protegido con un alfombra vinilo que reproduce la imagen original del suelo, formado por 2.000 baldosas pintadas a mano con motivos vegetales en azul cobalto y blanco que había en la sala.

Una recreación que ha sido posible, según explicó ayer el restaurador, Andrés Ballesteros (ProArt), gracias a la existencia en el Museo de Cerámica González Martí de cuatro baldosas originales del suelo de la torre, donadas en su momento a la colección por el propio González Martí.

El restaurador destacó que el pavimento original, que fue objeto de una intervención arqueológica en 2006, estaba en muy mal estado. «Hemos realizado un trabajo muy científico, con muchas pruebas para llevar, por ejemplo, a sacar el tono exacto del azul cobalto y obteniendo la plantilla del suelo gótico mediante ortofotos». Durante un mes los restauradores trabajaron en la recomposición de las piezas existentes, tanto las que conservaban el vidriado como las que no, salvando una parte del pavimento original y completando las lagunas con mortero de cal.

Los restauradores desconocen si el pavimento original de la torre pudo ser en algún momento objeto de expolio dada la cantidad de baldosas que faltaban, aunque no descartan la posibilidad dado que la cerámica es uno de los principales objetos de expolio en palacios y monumentos de toda la ciudad. De hecho, en la excavación arqueológica que se hizo hace unos años se recuperó una página de un periódico de 1910 lo que podría indicar que hubieron intervenciones anteriores en la sala.

Gloria Tello explicó ayer que se barajó en un principio la reconstrucción del pavimento en base a las piezas que se conservaban, si bien la Conselleria de Cultura rechazó esta solución, por lo que se optó por recuperar el suelo original que se ha conservado in situ y protegerlo. En la cubierta de vinilo pisable se han dejado ventanas arqueológicas (espacios de PVC transparente) que permiten ver el suelo original que hay debajo.

Tello destacó que «se ha hecho una intervención muy respetuosa» avalada por la Conselleria de Cultura «Quedaban muy pocas baldosas y en base a ellas se ha recuperado el suelo original, pero además hemos querido ofrecer al público la posibilidad de ver como era el pavimento original» de la torre.

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