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El mercadillo de los domingos en el centro deja de vender ropa y complementos

Los puestos sólo podrán despachar monedas, álbumes, estampas, partituras y otros "artículos originales de colección"

El mercadillo de los domingos en el centro deja de vender ropa y complementos

Los vendedores ambulantes del mercadillo de los domingos en el centro de la ciudad han recibido una circular por la cual se les indica que tienen hasta el 5 de agosto para deshacerse de toda la mercadería que no se atenga a la nueva Ordenanza Municipal Reguladora de la Venta no Sedentaria, puesto que a partir de esa fecha no podrá ser comercializada. De tal manera que, aplicándola con todo su rigor, cambiará la cara de estos puestos, que serpentean por todas las calles y plazas entre la plaza de Lope de Vega y el Mercado Central.

En concreto, se les ha comunicado que está «expresamente prohibida» la venta de ropa, complementos de vestir, artículos de bisutería o marroquinería, calzado, plantas, comestibles, gafas de sol, complementos para telefonía móvil, dispositivos electrónicos o bicicletas.

Los únicos artículos que podrán venderse serán, textualmente, «artículos originales de colección». Una vertiente de artículos más de carácter cultural. Es decir, «libros de lance, sellos, monedas, cromos, álbumes, música de ediciones descatalogadas o en formatos en desuso, partituras, carteles, estampas y similares, grabados, pinturas y artículos de pajarería».

Esta medida, aunque está aprobada desde febrero de este año en sesión plenaria y con la ordenanza entrada en vigor desde abril, ha caído como un mazazo entre los vendedores, que van a intentar conseguir o un cambio o un aplazamiento mediante una recogida de firmas. En cualquiera de los casos, lo consideran un serio quebranto económico. Fuentes de los propios vendedores destacaban, en ese sentido, que la pérdida de estos productos supone «un enorme pérdida de volumen de venta». Tanto es así, que consideran que las ventas de productos de coleccionista «suponen muy poco movimiento económico». Estos productos se sumarían al mercadillo de venta e intercambio de cromos que se produce en la plaza de Brujas, y que completa la estampa habitual en los domingos. Y dícese en los domingos, porque, tal como aseguran, «la nueva ordenanza nos ha privado también de poder vender en los festivos que caían en sábado o lunes; por ejemplo, San Vicente». A la vez que ven un agravio comparativo «con el top manta, que vende de forma impune apenas unas calles más allá». Estos comerciantes abonan los pertinentes cánones «mientras otros son intocables, vendiendo además todo producto falso, como todos sabemos».

A primeros de siglo ya se prohibió en este mismo mercadillo una de las prácticas tradicionales del mismo, si no la que más, como era la venta de aves, prohibición que llegó en 2005 por normativa europea para evitar la propagación de la gripe aviar.

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