La intervención general del Ayuntamiento de València ha dado el visto bueno sin reparos al informe de justificación de las aportaciones efectuadas a los grupos políticos municipales con cargo al presupuesto municipal de 2018. En dicho informe se fiscaliza en qué se han gastado los grupos políticos la subvención anual que reciben del ayuntamiento y que el año pasado ascendió a 171.200 euros. En el informe se incorporan las recomendaciones del dictamen del informe final de la comisión de investigación de la «operación Taula» que fijó en 2017 nuevas medidas de control en el funcionamiento de los grupos políticos.
Entre los gastos de los grupos destacan, por parte de Compromís, facturas en minutas de los abogados del caso Taula por valor de 6.480 euros, causa en la que se personó la formación del alcalde. También 1.943 euros en concepto de «menús», 484 en gasolina y 1.135 en taxis.
El principal gasto que el PP carga a la cuenta del grupo es el de telefonía, que el año pasado subió a 20.259 euros, lo que supone una media de 2.000 euros por cada uno de los diez concejales del PP. Los populares han pedido sin éxito que todos los grupos incluyeran las facturas de los móviles en los gastos del grupo. El resto de formaciones computa el gasto con cargo a las delegaciones.
El gasto actualizado en telefonía móvil de PSPV, Compromís, Ciudadanos y València en Comú también se acaba de hacer público. Entre las facturas destaca la de un asesor de Compromís (Juan E. Tur) correspondiente a abril del año pasado que gastó 387 euros en un solo mes, más que el alcalde, Joan Ribó, en todo el trimestre. Un gasto que Compromís justificó ayer por un «problema con el roaming».
El PP también cargó al grupo gastos de «manutención» o dietas por valor de 8.064 euros, así como 6.000 euros en abogados, un gasto que según las fuentes del PP consultadas ayer no fue para hacer frente las demandas del ex asesor del PP, Luis Salom, sino para pagar los informes técnicos derivados del contencioso contra el cambio de nombre de València, litigio que aún sigue abierto.
Del PSPV destacan 8.470 euros de gastos en encuestas y sondeos de opinión y algo más de mil euros en gastos de cafetería y «catering».
Ciudadanos gastó 3.300 euros en taxis (745 euros correspondientes al portavoz, Fernando Giner). Su excompañera de grupo, María Dolores Jiménez, cargó dos facturas de restauración de 84 y 66 euros en enero y febrero del año pasado, antes de su ruptura con Ciudadanos y su marcha al grupo de los no adscritos. Entre los gastos de Ciudadanos destacan también 1.024 euros en compra de cápsulas de café Nespresso y 268 en patatas fritas y «snacks» de la marca Fritch Ravich.
Las nuevas normas de transparencia establecen que los grupos deberán devolver las subvenciones que no se hayan agotado al final de la legislatura para evitar que estos fondos públicos acaben, por ejemplo, financiando gastos electorales. También tienen prohibido contratar personal con cargo a las subvenciones del ayuntamiento. Del mismo modo, deben tener una sola cuenta corriente para los gastos del grupo, simplificando así el trabajo de fiscalización de la intervención.
