Bocadillos de longaniza blanca con salsa de tomate, pepitos rebozados, tartaletas de foie, pasteles tipo brownie... El aperitivo que se sirvió en la antigua base náutica del equipo Alinghi, desde ayer sede del Centro Mundial para la Alimentación Urbana Sostenible (Cemas), resultó ser una prueba fehaciente de la necesidad de que dicha oficina eche a andar y empiece a cumplir sus misiones. Trabajar por el derecho a una alimentación de calidad, educar y formar a los ciudadanos con la vista puesta en combatir la obesidad y los malos hábitos alimentarios están entre los fines del nuevo centro, inaugurado ayer en València bajo el patrocinio de la FAO y el ayuntamiento de la capital y el aval de la reina Letizia, embajadora especial del organismo de la ONU para temas de nutrición.

Después de escuchar durante el acto inaugural a los distintos intervinientes, desde el alcalde Joan Ribó al director general de la FAO, José Graziano da Silva, pasando por la filósofa y activista india Vandana Shiva o por el profesor Edward Rubin, los cerca de 200 invitados que se quedaron al cóctel se vieron sorprendidos por algunos de los aperitivos seleccionados por el ayuntamiento para la ocasión. Muy poca verdura, nada de fruta, mucho rebozado, mayonesa, empanada€ un aperitivo muy apetitoso pero muy alejado de los mensajes pronunciados minutos antes contra los ultraprocesados que extienden la obesidad por el mundo o en favor de las cadenas cortas de producción entre el campo y la mesa, que facilitan el consumo de alimentos frescos.