El director general de la FAO, José Graziano da Silva, aseguró ayer que el Centro Mundial para la Alimentación Sostenible de València va a ser una «referencia» para hacer un seguimiento de las ciudades que están aplicando la metodología desarrollada por FAO «con el objetivo de medir el progreso y recoger las buenas experiencias para que se puedan repetir en otras capitales».

Así se expresó Graziano en declaraciones a los medios de comunicación tras la reunión mantenida este lunes con el alcalde, Joan Ribó. Ambos mantuvieron un encuentro de trabajo con el objetivo de marcar las líneas generales de actuación del Centro Mundial de València para la Alimentación Sostenible (Cemas), que ayer se presentó en el edificio La Base de La Marina de València con la presencia de la reina Letizia, y firmaron un convenio de colaboración para desarrollar y «poner a trabajar» dicho instituto.

Graziano destacó que en estos cuatro años el pacto de Milán ha reunido a 200 ciudades pero reivindicó una «mejor coordinación y evaluación de los programas». «La FAO necesita llegar a las ciudades, donde se comercializan los alimentos, para sensibilizar a sus alcaldes y ciudadanos en un momento en el que se están registrando los peores números en materia de alimentación en el contexto de la Agenda 2030».

Graziano da Silva insistió en la importancia de una adecuada alimentación, ya que la malnutrición «sabemos dónde está, sus dimensiones y el remedio, pero problemas como la obesidad o la deficiencia de vitamina A en los niños no sabemos cómo controlarlos». «Hay que progresar muy rápidamente porque si no vamos a comprometer a las próximas generaciones», advirtió.

El Cemas iniciativa conjunta del Ayuntamiento de València y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura y fructifica dos años después de que València ejerciese como Capital Mundial de la Alimentación Sostenible.

El alcalde manifestó que la alimentación «es un tema que cada vez preocupa a más gente» por lo que «no se puede dejar en manos de las multinacionales y los mercados porque es un derecho fundamental reconocido por las Naciones Unidas».

Joan Ribó manifestó que la nutrición «es un tema en el que no se está avanzando y cada vez preocupa a más gente», a la vez que denunció el aumento (según datos de la FAO) del número de personas que pasan hambre y con problemas de obesidad.

En este sentido, Ribó aseveró que la alimentación «no se puede dejar en manos de las multinacionales y los mercados porque es un derecho fundamental reconocido por las Naciones Unidas». Por ello, explicó que València pretende ser «un centro de divulgación de las prácticas de economía y mercado para que se haga realidad el derecho de los ciudadanos a una alimentación sostenible».