El Ayuntamiento de València y la conselleria de Medi Ambient mostraron ayer su «profunda preocupación» tras conocerse que el Puerto proyecta el dragado del lecho marino situado frente al Saler para rellenar con sedimentos la nueva terminal de contenedores. Tanto el alcalde Joan Ribó como la consellera Mireia Mollà pidieron a la Autoridad Portuaria que muestre el expediente de este proyecto y de a conocer las afecciones que tendrá sobre las playas del sur. Ribó dijo que puede poner en peligro, incluso, la supervivencia de la propia Albufera y Mollà apeló a la transparencia de la autoridad que preside Aurelio Martínez.

«Hemos conocido que el Puerto va a hacer un dragado para rellenar el nuevo muelle. Nos ha producido una profunda preocupación que este dragado se quiera hacer en la zona de delante del Saler», explicó el alcalde Joan Ribó en relación a una noticia publicada por Valencia Plaza. «Es una zona de arena y nos preocupan las consecuencias de este dragado. Si las playas del sur ya están muy castigadas por el puerto, si ahora además dragamos la aportación natural que tienen, nos podemos encontrar con una regresión de estas playas que puede amenazar incluso a la Albufera», expresó el máximo responsable de la ciudad.

«Se ha de repensar»

Ribó dijo que se ha de «repensar» el proyecto «porque no tenemos información y solicitó ayer mismo a la Autoridad Portuaria el proyecto de dragado». «Queremos analizarlo con nuestros técnicos medioambientales. Creo que el puerto es importante y tiene una actividad económica importante, pero el puerto no puede hacerse sin respetar elementos fundamentales de la ciudad como son las playas del sur», argumentó.

«Si no hay aportación a las playas no llega del norte y le quitamos la que tiene ahora, ¿cuál va a ser la aportación? Vamos a verlo, porque no es lo mismo rellenar ese espacio con arena del Saler y de Pinedo que de otro lugar. La manera más sencilla del puerto perjudicando al máximo la ciudad no parece tolerable, pero que nos lo expliquen», exigió el presidente de la corporación municipal.

Por su parte, la consellera de Medi Ambient, también censuró la falta de información sobre este dragado. «Estoy de acuerdo con el alcalde y al conselleria quiere conocer todos los extremos de este proyecto. Nos parece que no es bueno, para hacer gala de transparencia y positivismo sobre el proyecto que el puerto dice que tiene, el que ellos tengan la custodia del expediente y que no podamos conocer las administraciones y la sociedad en general cuáles son los extremos de esta ampliación que implica un dragado», señaló Mollà. Un actuación que, según dijo, los técnicos tienen que ser capaces de evaluar», al igual que las «repercusiones sobre las playas», explicó Mireia Mollà.

Hizo la petición el 2 de agosto

La consellera, además, mostró una carta fechada el pasada 2 de agosto en la que se dirigió a la ministra de Medio Ambiente, Teresa Ribera, para pedirle que estudie la tramitación de una nueva declaración de impacto ambiental para las obras de ampliación del puerto, desmintiendo las declaraciones de Aurelio Martínez en las que afirmó que, formalmente, no había recibido ninguna petición de la Generalitat.

Mollà insistió que a juicio de los técnicos de la conselleria se ha de hacer una nueva declaración de impacto ambiental para acometer la ampliación del puerto, mientras que la Autoridad Portuaria sostiene que con la que obtuvieron en 2007 es suficiente. «Es bueno que conozcamos este proyecto con todas sus consecuencias», añadió la titular de Medi Ambient.

La nueva terminal de contenedores del Puerto de València, que ya cuenta desde el año 2012 con el dique construido, es un espacio de unas 140 hectáreas y dos kilómetros de línea de muelle. Según la información de Valencia Plaza, se requieren 23 millones de metros cúbicos de material de relleno; la mayoría de estos sedimentos, más de 21 millones, será extraídos de la propia dársena de la nueva terminal y de un área de lecho marino de 350 hectáreas frente a la playa del Saler.

Hay que recordar que el Ministerio de Transición Ecológica tiene un proyecto para regenerar, precisamente, las playas del sur de València por la pérdida de la línea de costa, con aportaciones de un banco marino de arena frente a las playas del Mareny de Sueca.