El que fuera edil de Ciudadanos la pasada legislatura Manuel Camarasa ha presentado su baja en el partido y abandona la formación cargando contra el líder de la misma en la ciudad, Fernando Giner por lo que considera falta de sensibilidad y liderazgo.
Lo primero, por la propia evolución de su papel en el partido, en el que, hace cuatro años, alcanzó una concejalía en el número seis de la lista. «Cuando se confeccionaba la de estas últimas elecciones me ofrecía el número nueve. Pero es que, al final, le dije que no se preocupara, que no hacía falta que me pusiera. Tampoco yo quería dar la sensación de que era una pataleta ni nada por el estilo. Al final acepté mi puesto sabiendo que no iba a salir. Trabajé en la campaña, el día de las elecciones... y le avisé que, con suerte, repetiríamos los seis concejales nada más. No se lo creía. Pero mi mayor sorpresa es que, al día siguiente, el ambiente en el partido era de satisfacción. Perdemos veinte mil votos en la ciudad desde las elecciones autonómicas y estamos felices. Yo dije que el partido tenía un problema o de programa o de campaña o de liderazgo». La cuestión es que «desde el día de las elecciones no he vuelto a saber nada. Lo que me duele de verdad son las formas. En un visto y no visto pasé de ser el concejal que ha estado cuatro años trabajando a, directamente, no existir».
Se jubila, pero...
Ante la duda de si esperó a la confección de la lista de asesores, reitera que «tampoco me preocupa. No habría entrado. Tampoco el trato que se ha tenido con ellos durante la legislatura ha sido el adecuado» y señala también otros damnificados como «Encarna Alcaide, Emilio Orts, Dani Nieto...». Su futuro personal no es un problema: «he cumplido 65 años, con cuarenta cotizados. Me jubilo», pero augura que «no me voy a quedar quieto. Seguiré haciendo cosas. No soy de permanecer en casa».
Camarasa es un histórico del ayuntamiento. «Entré para una comisión de servicio de un año, en 1992, y acabo ahora». Durante dos décadas fue coordinador en la Concejalía de Fiestas y Cultura Popular y, antes de las elecciones de 2015, ficho por Ciudadanos, un partido al que no le augura futuro en la ciudad «si no hacen una reflexión profunda del mensaje, el liderazgo, las formas... ahora mismo me da la sensación de que todo lo que tenían que hacer lo han hecho. En esta dinámica, María José Català y San Segundo se los come literalmente en dos años».
