El colectivo Forn de Barraca ha denunciado «la brutalidad policial» en el proceso de desalojamiento de esta alquería de 1900 ya demolida. Los activistas han calificado la acción de «desmedida» y aseguran que sufrieron «abusos» por parte de los operativos policiales. «Tanto el número de efectivos policiales, más de 100 policías, 20 vehículos y un helicóptero, como su forma de actuar fueron desproporcionados», apunta uno de los activistas.

El pasado viernes 27 de septiembre, la organización en defensa de l'Horta valenciana ocupó el Forn de Barraca, una alquería de Alboraia, para protestar de forma pacífica contra el derribo del edificio. Esta actuación forma parte del proyecto de ampliación de la carretera V-21, que desarrolla el Ministerio de Fomento. La portavoz de Forn de Barraca, que cuenta con el apoyo de Per l'Horta, resalta que el ministro José Luis Ábalos «todavía está a tiempo de parar las obras» y que seguirán manifestándose para que las detenga.

Un total de 11 personas fueron desalojadas el día de los hechos, 6 de ellas con lesiones «producto de los abusos policiales». Los activistas denuncian que hubo «irregularidades» en las actuaciones policiales porque les desalojaron de una parcela privada, que no formaba parte del proyecto del Ministerio, sin una orden formal de desalojamiento. Además, aseguran que los policías antidisturbios «no se identificaron». Cuatro de los protestantes se encuentran en libertad con cargos, acusados de resistencia y atentado contra la autoridad y usurpación.

El colectivo Forn de Barraca exige responsabilidades y critica a los miembros del Consell y el Ayuntamiento de València por su «inacción» ante los hechos. Así como los activistas les reprochan que «hablen de emergencia climática y después no hacen nada por evitar estas actuaciones».