Sillones desvencijados, tapacubos de coches requemados, restos ennegrecidos de una barbacoa, graffitis, sillas de playa rotas. Esta es el escenario que desde hace años se repite en el entorno de la parroquia de la Iglesia de Fuensanta durante muchos fines semana. Y el párroco, Germán Padín, ha dicho basta: «Es una situación que no es nueva. No lo he denunciado públicamente porque soy consciente de que la vía pública es de todos, pero es hora de decir basta», explicó. Padín acompañó su lamento con una serie de imágenes que ilustran lo sucedido y explicó que los problemas han ido incrementándose con el tiempo: «Aquí nos conocemos todos y creo que lo que pasa siempre está protagonizado por la misma gente. Solo quiero pedirles que respeten el entorno de la iglesia. Este fin de semana han dejado demasiada suciedad, no pueden seguir comportándose así», lamentó el prelado.

Por último, destacó el trabajo de los equipos municipales de limpieza: «Vienen todos los días y limpian de forma concienzuda pero hasta que llegan la imagen no la adecuada».