El Ayuntamiento de València protegerá la Lonja con una valla perimetral durante las próximas fallas para evitar actos vandálicos e imágenes de suciedad como los que se vieron el la edición anterior. Así mismo, prohibirá las botellas de vidrio y las latas de bebida en la «Crida», las «mascletades» y los castillos de fuegos artificiales, es decir, en las grandes concentraciones de personas. El objetivo es evitar accidentes, la venta ilegal y la mala imagen de la ciudad, y para ello no será necesario hacer controles en los accesos, sino que se impondrán directamente sanciones a quienes se salten la prohibición, buscando principalmente el efecto disuasorio.
Esta decisión, consensuada en varias delegaciones del gobierno municipal, le fue comunicada ayer por el concejal de Protección Ciudadana, Aarón Cano, al concejal de Cultura Festiva, Pere Fuset, para que la incluya, tras el debate conveniente, en el próximo bando de Fallas, que es el documento en el que se organiza toda la fiesta fallera y que ya está en fase de elaboración.
Según explicó Aarón Cano, la prohibición de llevar botellas de vidrio o botes de lata en las «mascletades», la «Crida» y los castillos es una medida necesaria con un triple objetivo. El primero es evitar accidentes con el vidrio o incidentes con los botes, que pueden ser utilizados como arma arrojadiza.
El segundo es acabar con la venta ilegal en estas grandes concentraciones, un problema que se repite año tras año y que ha provocado airadas quejas de los establecimientos comerciales cercanos. Hay que recordar que el ayuntamiento ha llegado a realizar campañas de recogida de botes y que se han recogido miles de latas, gran parte de las cuales se comercializan fuera de los cauces legales.
Y el tercero es evitar el botellón en la «Crida», un fenómeno que va en aumento y que preocupa a los responsables municipales tanto desde el punto de vista del orden público como desde el punto de vista del consumo de alcohol en las fiestas. «Tenemos que evitar esa imagen del latero o del botellón en la Crida porque no es buena para la ciudad», dijo Aarón Cano.
Para que la prohibición se cumpla, la Policía Local no tiene previsto montar controles en los accesos a estos grandes eventos, como se hace por ejemplo en los conciertos o los partidos de fútbol, ya que se necesitaría gran cantidad de personal y se generarían grandes atascos de gente. No obstante, sí hay una decisión firme de anunciarlo e imponer multas a quienes sean sorprendidos con latas o botellas dentro de la multitud. La cantidad que se imponga está aún por decidir, pero la vía será la sanción, básicamente por el efecto disuasorio que pueda tener en el futuro.
Los monumentos
Por lo que se refiere a la protección de la Lonja, Aarón Cano explicó que las escenas del año pasado no pueden volver a repetirse. Es más, la protección que se puso en la puerta del monumento resulta insuficiente dada la gran presión humana que existe en estas fechas, con dos verbenas en las proximidades y un intensivo paso de personas por la zona. Así pues, el concejal de Protección Ciudadana ha propuesto que se realice un vallado perimetral de todo el edificio, un vallado que dejará varios metros de margen hasta las paredes del mismo y cuya distancia se ajustará teniendo en cuenta los locales que hay en la calle de los escalones, el tráfico rodado y las vías de emergencia.
También está por decidir si se colocarán vallas como en el 9 d'Octubre o se hará un vallado con lonas y mayor altura.
En principio, esta propuesta ha sido bien acogida por el concejal de Cultura Festiva, Pere Fuset, quien, según Cano, habría propuesto también una medida similar para la cercana iglesia de los Santos Juanes, cuyas paredes padecieron el año pasado los ataques vandálicos y la incontinencia de los asistentes a las cercanas verbenas del entorno del mercado central.
