El próximo secretario de la EMT será un habilitado nacional, uno de los secretarios municipales, en concreto. Así lo anunció ayer el alcalde Joan Ribó a preguntas de la prensa. De esta manera, tal como publicó Levante-EMV, el alcalde asume la tesis de sus socios de gobierno, los socialistas, que habían presionado a Compromís en dos juntas de coordinación del Govern del Rialto y que habían exigido que el relevo del secretario-asesor de la empresa se hiciera «en breve» ya que se estaba produciendo «un desgaste en la buena reputación» del ejecutivo local, tal como señalaron fuentes del PSPV a este periódico. La presión de los socialistas y la ejercida por la oposición-PP, Ciudadanos y Vox- mediática y política, en la comisión de investigación por el fraude de los 4 millones y ante el Tribunal de Cuentas, ha llevado finalmente a Ribó a aceptar que la vacante del dimitido Salvador Martínez sea ocupada por uno de los secretarios del Ayuntamiento de València. Sobre todo porque la derivada de la crisis institucional del robo ha dejado al descubierto que su cuñado tiene una relación profesional con el bufete del exsecretario de la EMT.
Joan Ribó subrayó: «Vamos a trabajar para que exclusivamente la secretaría -de la EMT- sea gestionada por un alto funcionario del ayuntamiento como hicimos hace años con MercaValencia». Y reiteró que ese secretario municipal ejercerá «la secretaría», no la asesoría jurídica, para la que abrió la puerta a posibles contrataciones externas. En esa línea, el líder de Compromís recordó que un informe de la Abogacía del Ayuntamiento avaló esta contratación del ya exsecretario de la EMT, que se hizo de forma «absolutamente legal», puntualizó Ribó, «como ocurría desde 1991 con el PP». Por su parte, el consejero socialista en la compañía pública y concejal Ramón Vilar incrementó aún más la presión sobre su socio de gobierno. De hecho apuntó al gerente y a los altos cargos de la EMT, de forma indirecta, al afirmar que una vez acabada la comisión de investigación: «Tendrán que asumirse las responsabilidades que hagan falta». Esas responsabilidades, político- administrativas, explicó a los periodistas, son ineludibles porque «hasta un niño sabe» que si se han estafado 4 millones en parte es porque «han fallado los controles internos de la compañía». «Los socialistas no estamos en una posición cómoda», afirmó, porque son socios de Compromís en el Govern del Rialto, «pero primero está el dinero de los valencianos». Por ello, anunció que en las conclusiones de la comisión harán constar «quienes son los responsables por omisión» del desfalco. Máxime, relató el consejero socialista, cuando «se han desfalcado cuatro millones continuamente durante 20 ó 25 días en varias operaciones fraudulentas» porque «han fallado mecanismos de control». De ahí «que desde el principio el PSPV no encapsula la responsabilidad de lo ocurrido en la funcionaria despedida» y también entiende que «hay posibles responsabilidades en la entidad bancaria».
No en vano, la propia dimisión de Martínez Tarín va a permitir «clarificar mucho mejor lo que ha pasado y las responsabilidades posibles» ya que en su opinión la polémica sobre el secretario asesor ha actuado como «un factor que producía una especie de cortafuegos para averiguar otro tipo de cosas».
El consejero socialista no descarta que haya habido «una mala administración» en la EMT porque «si en el primer giro o transferencia nadie ha intervenido para ver lo que pasaba, han fallado muchos mecanismos internos. No nos extrañaría que hubiera alguna que otra responsabilidad administrativa además de la despedida», concluyó.
