La Asociación Profesional Española de Conservadores Restauradores (ACRE) denunció ayer el deterioro de los ángeles músicos de la Catedral de Valencia por la ausencia de un plan de conservación preventiva efectivo. La asociación manifestó en un comunicado su preocupación por el deterioro de las pinturas con categoría de protección Bien de Interés Cultural, «obra renacentista de incalculable valor». Esta situación se agrava porque se trata de un bien recién intervenido, restaurado en 2004 por el Instituto Valenciano de Conservación (Ivacor)
La asociación denuncia «la falta de seguimiento y control en la conservación de los frescos, detonante de que se haya producido el grave deterioro sufrido en una obra tan importante». «Las medidas de conservación preventiva que toda intervención en conservación y restauración debe tener fallaron en 2014, y no se tomaron medidas para reponerlas», apunta ACRE, que recuerda que según la Ley de Patrimonio Cultural Valenciano y dado el nivel de máxima protección de los frescos como BIC «los tutores del patrimonio, en este caso el Cabildo, los gestores de la intervención, el Ivacor y la Conselleria de Cultura, son los garantes de su protección y tienen la responsabilidad en lo que está ocurriendo». Igualmente apuntan que la Constitucional en su artículo 46 insta a los poderes públicos a garantizar la conservación y promover el enriquecimiento del patrimonio histórico.
