«Las presas republicanas no somos menos que los hombres que sufrieron la represión y queremos que se reconozca», destacó a este diario Carmen Pérez, quien asegura que la vida en la cárcel era muy dura. «Allí se torturó a muchas mujeres». Recuerda el caso de Rosa Estruch quien fue torturada y apaleada hasta quedar inválida y pasó el resto de sus días en el sanatorio de la Malva-rosa y cuyo único delito fue haber sido alcaldesa de Villalonga.
«A las mujeres se les rapaba el pelo y se las humillaba por sus ideas». Atrocidades de las que fue escenario destacado la cárcel de mujeres, donde estuvo presa la enfermera republicana María Pérez, «la Jabalina», víctima de uno de los robos de niños de presas republicanas y ejecutada en Paterna con apenas 25 años.
