La excavación arqueológica que se está llevando a cabo en un solar de titularidad privada, previa a la construcción de una nueva promoción de viviendas, junto a la plaza del pueblo antiguo de Campanar ha sacado a la luz una importante necrópolis islámica. De momento, los profesionales de Arquivolta, la empresa de arqueología contratada por el promotor para excavar en el solar (ubicado en zona de vigilancia arqueológica), han recuperado una docena de enterramientos, de mujeres, hombres y también niños. La arqueóloga que dirige la intervención, Trinidad Martínez, cree que en las zonas por excavar del solar aparecerán nuevos enterramientos. Por los restos hallados asegura que se trataba de un cementerio que daría servicio a un núcleo de población importante.
Todos los individuos recuperados estaban enterrados según marca el ritual funerario musulmán, esto es, con la cabeza mirando a la Meca y orientación norte-sur de las tumbas. A falta de analizar la cerámica que se ha recuperado en las tumbas, austeras y sin ajuares, los arqueólogos creen que podría tratarse de un cementerio anterior a la Reconquista de Jaume I y al «repartiment» de las tierras y bienes aprobado por el monarca tras su entrada a la ciudad.
Es sabido y está documentado que el origen del actual barrio de Campanar se situaría en un conjunto de alquerías islámicas dispersas que en 1242 el rey entregó a Gaspar de Espalangas o Despallargues tras la conquista de València en los tiempos de Balansiya. Sin embargo, lo que no había hasta ahora eran pruebas arqueológicas de la existencia de esta alquerías o conjunto de alquerías, que estarían vinculadas al cementerio que ahora se ha descubierto al excavar en un solar de la calle Grabador Enguídanos.
Se trataría de un hallazgo de mucho interés si se confirma que es anterior a la Reconquista, apuntan fuentes de la Sección de Arqueología del Ayuntamiento de València.
Trinidad Martínez asegura que, a partir del estudio de la cerámica que se ha recuperado en las tumbas, se podrá determinar con exactitud la cronología de las tumbas, aunque a priori podría tratarse de enterramientos del siglo XI. Una necrópolis cuyo límite norte no ha sido todavía localizado y que se extendería más allá del solar objeto de excavación.
El hallazgo arqueológico en Campanar servirá para profundizar en el conocimiento sobre el origen y estructura de la huerta, en el que se han centrado recientes trabajos de investigación como el realizado por Ferran Esquilache sobre el origen andalusí (siglos VIII y XVIII) de la gran huerta fluvial de València. Una huerta que hoy se ha perdido en su mayor parte como las alquerías y caminos que la integraban.
El hallazgo de la necrópolis islámica de Campanar podría ser la primera constatación arqueológica de la existencia de un nucleo importante de población en Campanar, posiblemente cuatro o cinco alquerías, en época anterior a la reconquista.
Tras la reconquista y la expulsión de la población musulmana el cementerio dejo de tener uso y fue aterrado para crear nuevas zonas de cultivo, como así lo evidenciaría el hecho de que las tumbas hayan aparecido sin la cubierta de teja tradicional, arrasada posiblemente durante el arado de las tierras de cultivo.
En Valencia se ha constatado la existencia de varias necrópolis islámicas en el barrio del Carmen y en la Xerea, sin embargo, es la primera vez que se puede corroborar la existencia de un cementerio islámico en Campanar. Se baraja la hipótesis de que el cementerio estuviese ubicado junto a una antiguo camino que conectaría el centro de Balansiya con el molino de la Marquesa, en el entorno del nuevo campo de Mestalla, donde también había un conjunto de alquerías, derribadas para construir el nuevo estadio.
