La concejala de Benestar Social, Isabel Lozano, anunció ayer que València construirá su primer albergue municipal para personas en situación de sinhogarismo, un recurso que considera «esencial» para mejorar la atención de este colectivo de «alta vulnerabilidad». La edila adelantó las dos líneas de trabajo para este mandato: «Se trata de la apertura de cinco pisos municipales con capacidad de 15 personas. Y en segundo lugar queremos hacer un albergue municipal, y para el año que viene ya tenemos presupuesto para redactar el proyecto».

Lozano aseguró, en la presentación del primer censo de personas sin hogar, que persiguen una atención 24 horas para estas personas y que van a crear un nuevo espacio de gestión para el servicio en Guilllem de Castro que servirá para ampliar la plantilla. «La apuesta del ayuntamiento es clara, fruto de la colaboración mutua con las entidades sociales, y queremos mejorar la situación de las personas sin hogar», dijo la edil de Compromís, que detalló que de las 234 plazas de albergues y pisos que había en 2015, los recursos de Benestar Social se han incrementado hasta las 426 plazas. Por ejemplo, la operación frío cuenta con 100 plazas extras, como el nuevo centro de emergencias sociales, las 39 plazas de la Fundación Salud y Comunidad y las 30 plazas de Cáritas».

La ciudad de València cuenta en la actualidad con 939 personas en situación de sinhogarismo, según el censo que realizó el Ayuntamiento de València junto a 13 entidades sociales de la ciudad el pasado 24 de octubre, y en el que participaron 582 personas voluntarias (aunque se interesaron 807). Lozano remarcó que esta es la primera vez que se tienen datos fiables de las personas que viven en la calle o en albergues, ya que la anterior muestra del año 2015 «solo contó a las personas a las que recibían atención directa», por lo que las cifras «no se pueden comparar». En aquella ocasión se «estudió» a 339 personas.

Isabel Lozano aseguró que en el plazo de dos años quieren repetir el censo para conocer la evolución real del problema y hacer un seguimiento a las personas que pernoctan en la calle o en albergues de entidades sociales.

El primer censo elaborado con la ayuda de las entidades sociales y el voluntariado permitirá a la concejalía realizar un diagnóstico más real de la situación actual de las personas sin hogar en la ciudad y, sobre todo, diseñar políticas específicas y mejor encaminadas a mejorar la situación de este colectivo «de alta vulnerabilidad», como la descrito la edila.

Los datos recopilados de las personas que han participado en el censo se remitirán ahora a la Universitat de València para que realice un estudio concienzudo sobre las causas, los problemas y las soluciones que se pueden implementar para intentar reinsertar a estas personas en la sociedad. Estará listo en un año.Multifactorial y alta vulnerabilidad.

Emilio López, de la red de entidades sociales que ha participado en el censo, detalló las cifras del censo, que ha revelado aspectos muy importantes. De las 939 personas censadas sin hogar, 403 duermen en albergues y 536 en la calle. Según López, un 48 % de las personas censadas estaban en la calle menos de un año, «por lo que casi la mitad han llegado a esta situación recientemente y habla de la alta vulnerabilidad del colectivo». En cambio, un 14 % llevaban más de 10 años en la calle.

Un 81 % de las personas que pernoctan en la calle relataba haber recibido algún tipo de violencia física o verbal, mientras el 25 % de las mujeres sufrieron violencia sexual de algún tipo. El 57 % de las personas calle disponían de tarjeta sanitaria, aunque entre las que pernoctaban en albergues el porcentaje de protección sanitaria se elevaba al 97 %. Una cuestión importante, ya que el 39 % de las personas sin techo sufre enfermedades crónicas.