Tras las críticas por segundo año consecutivo de la Asociación de Comerciantes del València Centro tras los anunciados cortes de tráfico en el entorno de la plaza del Ayuntamiento con motivo de la Navidad, el alcalde de València, Joan Ribó, ha defendido esta mañana la medida tanto por los beneficios que puede tener para el comercio, porque "la gente compra cuando va paseando", como por la contribución de este medida a tener "una ciudad donde se ande más y se pasee más".

"La gente cuando va en coche no compra. La gente compra cuando va paseando, ve los escaparates y entra en las tiendas", ha señalado Ribó como "mensaje, sobre todo, dirigido al pequeño comercio". En este sentido, ha considerado que "siempre, todo lo que hagamos para que la gente pueda ver los escaparates, pasear y estar en la calle es positivo para el comercio".

El responsable municipal ha agregado que "lo que este año se ha planteado en la zona centro" para las fiestas navideñas "es algo que el año pasado ya se planteó aproximadamente en la misma extensión".

En cuanto al servicio de autobuses de la Empresa Municipal de Transportes (EMT), Joan Ribó ha expuesto que "si hay algún problema" se "intentará solucionarlo" y "mejorarlo". No obstante, ha apuntado que "en principio, no se cree que sea necesario un refuerzo de las líneas por los datos que tenemos".

"Si hiciera falta, la EMT se lo plantearía pero en estos momentos no hay indicadores que nos digan que van las líneas sobresaturadas. No hay indicadores de ese tipo. Por lo tanto, yo creo que es un poco el temor al cambio", ha agregado respecto a los cortes de tráfico en el centro por la Navidad.

El alcalde ha afirmado que ese "temor" se da "siempre cuando hay zonas que pasan de ser de coches a peatonales". "Hay personas a las que siempre les produce un cierto vértigo", ha declarado, al tiempo que ha dicho que "luego, generalmente, se dan cuenta de que una zona peatonal para el comercio es infinitamente mejor que una gran avenida con muchos coches".

Joan Ribó ha manifestado que eso se ha dado "en todas las ciudades" y se ha "visto en València también". "Hay zonas en las que se protestó porque se peatonalizaban y ahora, si dejaran de ser peatonales" habría "enfados generalizados", ha aseverado.

El primer edil ha asegurado que estos cambios forman parte de "un proceso, un proceso para ir acostumbrándonos a una ciudad donde se ande más y se pasee más". "Es un proceso al que hay que acostumbrarse. Creo que no pasa nada", ha insistido.