El Ayuntamiento de València ha sacado a concurso público las obras de reparación de los bancos y casetas modernistas del Jardín de Viveros, que se presentaban signos de un elevado deterioro. La concejalía de Patrimonio y Recursos Culturales ha licitado estos trabajos por 91.853 euros y un plazo de ejecución estimado de seis meses.

Las obras tienen previsto la reparación y acondicionamiento de tres casetas modernistas y un conjunto de cuarto bancos de cerámica seriada situados en la entrada a los Jardines del Real por la calle San Pío V y Puente del Real.

En la descripción de las deficiencias detectadas, el informe del ayuntamiento explica que la caseta 1, el desagüe «sufre de filtraciones puntuales que pueden generar futuras patologías graves». «Además, los acabados interiores son deficientes, muestran una gran cantidad de subidas capilares que han afectado a los enlucidos y pinturas. Falta de ventilación. El baño esta inservible», añaden, e informan que actualmente está ocupada por el servicio de Sanidad Animal.

La caseta 2, la de las taquillas, es la situada en el centro y es la más deteriorada al estar «muy afectada por la humedad». «Su situación debajo de varios pinos de gran tamaño, facilita la acumulación de elementos vegetales y pinocha, que han acabado por obstruir completamente las bajantes, sin posibilidad de desemboce por el grado de acumulación y el tiempo transcurrido sin vaciar las mismas», explica el informe.

«Las grandes cantidades de agua que se han ido filtrando durante años han provocado un altísimo grado de deterioro de la estructura de la cubierta de madera, así como de los acabados interiores y del falso techo, lo que ha provocado su desprendimiento. A las filtraciones provenientes del tejado se añaden las subidas por capilaridad, que han afectado también la parte inferior de los muros», se añade.

La caseta 3 es la mejor conservada, pero la cubierta ha sufrido filtraciones puntuales por los canalones, provocando el deterioro de parte de los falsos techos.

El informe municipal advierte de que el estado general de la instalación eléctrica en las tres casetas «es deficiente y obsoleta, por lo que se hace necesaria una reparación urgente adaptada a la normativa vigente, por el peligro que entraña su manipulación del personal no técnico que en ocasiones accede a su interior (como por ejemplo las personas que venden localidades en la Feria de Julio o el departamento de Sanidad Animal».

De igual modo, los bancos realizados con azulejo cerámico decorado en tonos azules tienen muchos que faltan y rotos. «Revisten cierta peligrosidad porque las piezas rotas cortan», señala el informe de deficiencias encargado por el ayuntamiento.