El historiador medievalista Vicent Baydal (Oliva, 1979) será el nuevo cronista de València «por su extensa labor de investigación y documentación sobre la historia en la ciudad». Así lo anunció esta semana la concejalía de Patrimonio y Recursos Culturales, organismo que conservará dos cronistas oficiales para la capital como ya hizo Madrid o Barcelona -que han contado con varios cronistas municipales-. El escritor, que nació en Oliva, compartirá cartel junto al cronista veterano de la ciudad, Pérez Puche, con quien todavía no ha hablado pero sí que tiene su teléfono para «conversar con él cuando se oficialice el cargo».
Baydal, que en la actualidad es profesor de Historia del Derecho en la Universitat Jaume I de Castelló, divulgador y editor de la editorial Drassana Llibres, vive en la capital valenciana, se licenció en Historia por la Universitat de València y se doctoró por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) con una tesis sobre los orígenes de la Generalitat y el parlamentarismo en el Reino de València durante la baja Edad Media.
«València no ha sabido respetar su historia» destaca de entrada el nuevo cronista de la ciudad, quien también manifiesta que «los valencianos somos grandes desconocedores de la historia de la capital porque hemos quemado etapas de manera muy rápida».
El historiador se refiere a las cuatro grandes puertas que tenía la ciudad como la de Serranos, orientada al norte; la del Mar, al este; la de San Vicente, al sur; y la de Quart, al oeste; de las cuales únicamente quedan dos después de que el gobernador Cirilo Amorós ordenara derribarlas para ganar espacios en una ciudad cada vez más asfixiante: «Cuando vamos a Sevilla o Córdoba todavía encontramos los vestigios árabes y judíos en sus barrios, aquí en València existen algunos pero se han perdido muchos por el camino».
En ese sentido, el historiador medieval insiste en que «debemos darle a València la importancia histórica que se merece porque caminar por sus calles tiene un sentido muy profundo, más allá de su entorno urbano, es una sensación parecida a contemplar la majestuosidad del Penyagolosa en Castelló».
En ese sentido, a la pregunta de cómo definiría la ciudad de València, Baydal explicó que «es una de las 150 ciudades más antiguas del mundo porque tiene más de 2.500 años y todavía sigue en pie, es decir, está entre las 50 ciudades principales de Europa».
Por otro lado, sobre la función de cronista oficial de la ciudad aclaró que es un título honorífico, vitalicio y no remunerado, y obliga a los que lo reciben a emitir su opinión sobre los temas que el consistorio les consulte: «Los cronistas tenemos la responsabilidad de escribir la historia de València con, por ejemplo, informes de hijos predilectos o títulos honoríficos. Es una gran responsabilidad porque heredamos un sitio que ocuparon personas que han marcado la historia como Teodoro Llorente o Francesc Almela i Vives». Por ejemplo, para que se entienda la importancia del cronista en una ciudad, Baydal trae a colación el ejemplo de Vicente Boix Ricarte, quien fue nombrado cronista oficial en 1848 y firmó poesías valencianas bajo el seudónimo de Lo Trobador del Túria: «Gracias a él, el actual Palau de la Generalitat sigue en pie».
