La gran apuesta del Govern del Rialto para la ciudad en este mandato, la peatonalización de la plaza del Ayuntamiento y la reordenación de líneas de la EMT, con el doble carril bus en la calle Colón incluido, ha saltado por los aires con el decreto de estado de alarma y la pandemia del coronavirus. Así, ambas actuaciones quedan pospuestas hasta que la alarma sanitaria se rebaje y se recupere la normalidad en la ciudad y en la gestión municipal.

«Dada la situación actual por la lucha por contener la expansión del COVID-19, el concejal de Movilidad Sostenible del Ayuntamiento de València, Giuseppe Grezzi, ha anunciado la decisión de aplazar las iniciativas previstas para la peatonalización de la plaza del Ayuntamiento hasta que la situación sanitaria permita priorizar otras cuestiones como esta. Esta decisión, consensuada en el gobierno municipal, también incluye el aplazamiento de las modificaciones de la red de la EMT y las actuaciones que esto supone en la calle de Colón», explicó ayer el consistorio en un comunicado.

Como ha venido informando este periódico, ambas medidas se iban a ejecutar a partir del 20 de marzo, una fecha adelantada hace meses por el alcalde Joan Ribó y que ahora se ha visto truncada. Ni siquiera el retraso en la licitación de los trabajos de la plaza de la Reina habían mermado el interés del ayuntamiento en iniciar el proceso de conversión en zona de viandantes de la plaza, ya que se consideraba un hito de este mandato y una medida inaplazable.

Finalmente, y ante la paralización del país y de gran parte de su actividad económica, la concejalía de Movilidad Sostenible ha optado por posponer esta peatonalización hasta que las condiciones lo permitan.

A partir del 20 de marzo el ayuntamiento, a través de la EMT, tenía previsto comenzar los trabajos de adecuación de la plaza del Ayuntamiento, lo que iba a significar su cierre definitivo al tráfico. Además, a partir del 23 de marzo se iba a poner en marcha la nueva red de la EMT, que obligaba a crear un doble carril bus en la calle Colón para dar cabida a los 850 autobuses diarios que se espera que en el futuro transiten por esta vía comercial.

Oportunidad para hablar

Tanto comerciantes del centro histórico como la oposición habían pedido el aplazamiento de ambas medidas una vez se suspendieron las Fallas, al considerar que ya no había prisa para acometer los cambios. Sin embargo, el decreto de estado de alarma ha terminado por convencer a los responsables del Govern del Rialto que era el momento de posponer la actuación, al menos hasta que se recupera la normalidad en la ciudad.

En la decisión final se ha tenido en cuenta que la empresa constructora encargada de los trabajos probablemente no iba a poder cumplir con los plazos dadas las restricciones impuestas por el gobierno central.

Con todo, la EMT tendrá ahora más tiempo para planificar una actuación esencial para la transformación de la movilidad de la ciudad. En diferentes entidades sociales se venía reclamando mayor consenso en este tipo de medidas y ahora se abre esa oportunidad para una parte y para otra. También para los trabajadores de la EMT.