Los labradores de las huertas de la jurisdicción de Francs, Marjals i Extremals fueron convocados el domingo para informarles de las gestiones realizadas ante la queja por la falta de riego de los campos. Una semana, la que acaba de empezar, es la que se han dado los agricultores para contemplar si es suficiente el aumento de caudal que les ha prometido el ayuntamiento a través de Emivasa. Así, el caudal pasará de 25 libros por segundo a 40. Una cantidad que ahora «nos servirá para comprobar si sirve para salvar nuestras necesidades», que pasan, en palabras del líder vecinal de la Font d'En Corts, José Real, por «asegurar el riego para la alcachofa, que acaba de ser sembrada y que necesita ahora de forma perentoria el riego. Es el producto que tiene que recogerse en febrero pero que, si no se riega ahora, no saldrá adelante. A partir de ahí, las necesidades bajan, pero la cosecha de invierno está en juego». No sirve en estos casos ni la lluvia «porque se necesita un riego sostenido.
La falta de suministro de agua a través de las acequias se ha convertido en un quebradero de cabeza para los labradores. Este fin de semana, otro de los labradores y miembro de la asociación, mostraba gráficamente la insuficiente cantidad de agua que enviaba el ayuntamiento a través de la acequia, mostrando la poca cantidad de terrenos regados en cuatro horas de riego. «Teníamos más agua antes del confinamiento. Entonces, y aunque la alimentación es esencial, nos quitaron el agua. Y suerte que llovió, pero esto no es forma de defender la huerta, como decían». Una circunstancia mteorológica que, según Real, «ahora no sirve porque no es suficiente con que caiga una lluvia. Ahora necesitamos un riego sistemático».
Los regantes se encuentrn con la falta de resolución de la puesta en marcha del pozo que construyó el propio ayuntamiento junto a la avenida Antonio Ferrandis y que debería acabar fin con los problemas de suministro «pero que continúa sin solucionarse»..
