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Transportes cederá parte de las instalaciones de la Torre Miramar a València

El Ayuntamiento y el Ministerio ultiman «un acuerdo transitorio» por el que el consistorio gestionará parte de la rotonda «para un uso ciudadano»

Transportes cederá parte de las instalaciones de la Torre Miramar a València

Por fin, después de más de una década de abandono y suciedad, se han dado los primeros pasos para que los valencianos puedan disfrutar de la Torre Miramar, el mirador de la Avenida de Cataluña que se eleva a 45 metros de altura en la entrada a València por la V-21. La gran torreta construida por el Gobierno de España e inaugurada el 19 de junio de 2009, lleva desde entonces sin ser recepcionada por el consistorio del «cap-i-casal», que considera que presenta una serie de problemas estructurales que siguen sin resolverse pese a que en 2014 Fomento ya volvió a intervenir en ella. Fruto de la falta de entendimiento entre ambas administraciones, todo el conjunto -la rotonda, el túnel de la V-21 y la Torre- se han convertido en un vertedero de basura mientras las pasarelas y estructuras se oxidan por falta de mantenimiento, el túnel se inunda cuando hay lluvias torrenciales y proliferan las pintadas en la zona superior del mirador, cuyo ascensor está roto. Sin embargo, ahora, con el ministro José Luis Ábalos (PSOE) y el alcalde Joan Ribó (Compromís) como referentes de ambas instituciones, la situación se ha reconducido en las últimas semanas. Un portavoz del Ministerio de Transportes confirmó a Levante-EMV ayer que este organismo estatal y el Ayuntamiento de València «están en conversaciones para llegar a un acuerdo transitorio para que determinadas instalaciones sean ya gestionadas directamente por el Ayuntamiento, sin menoscabo, del acuerdo final que proceda sobre el conjunto de instalaciones». De hecho, el pasado 16 de septiembre de 2020 se hizo una visita por parte de representantes del Ministerio y del Ayuntamiento al conjunto ornamental de la Torre Miramar «coincidiendo ambas partes que era necesario revertir la situación en la que se encuentra esa zona, dado el estado y el uso actual observado».

Asimismo, confirman fuentes municipales que Movilidad Sostenible y la Demarcación de Carreteras del Ministerio «han abierto un marco de comunicación fluida sobre los usos y responsabilidades de las infraestructuras que comprende la conocida como rotonda de la Torre de Miramar, y sus pasos subterráneos». En estos momentos se está dialogando precisamente «sobre la posibilidad de ceder transitoriamente parte de las instalaciones para que el Ayuntamiento pueda darles un verdadero uso ciudadano». Desde el Ayuntamiento, destacan «la empatía encontrada por parte de la actual dirección de la Demarcación de Carreteras, que han entendido desde un principio la urgencia para actuar en la zona». En este nuevo contexto de colaboración entre instituciones, se entiende las declaraciones de Ribó la semana pasada en las que aludió a estas conversaciones con Carreteras y en las que propuso ceder la Torre Miramar y su entorno , unos 7.000 m2, para usos ciudadanos y lúdicos como el parkour.

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