Aparecieron de repente, amparados en la oscuridad de la noche y, como una plaga de langosta, arrasaron por donde pasaron. De tal manera que, salvo aquel que sí que escuchó cristales rotos, el resto se dio cuenta a la mañana siguiente: las calles de Pinedo aparecieron vandalizadas. Numerosas casas aparecieron con las puertas o las fachadas pintadas, paredes... una noche de los cristales rotos en viviendas y en restaurantes de la playa. Tanto es así, que el alcalde pedáneo, Salva Castelló, ha tenido que editar un bando para que todos los vecinos den cuenta de los desperfectos. «Es que ha sido por todo el pueblo. No ha sido una acción aislada en un portal, ni mucho menos».
El alcalde asegura que , en cuanto se constataron los hemos «se pusieron en conocimiento del jefe de zona de la Policía Local, que se ha involucrado totalmente para poder resolver la autoría y que no se vuelva a repetir». Tan repetir como que una de las vecinas aseguraba que una acción parecida, pero no tan masiva, ya ocurrió el pasado mes de octubre.
Inventario en la Guardia Civil
La alcaldía ha solicitado que todos los damnificados denuncien ante la Guardia Civil. Porque, además, es necesario para trazar la ruta del disturbio y, de paso, tenerlo en cuenta a la hora de reclamar los desperfectos cuando los autores sean identificados. Y con ello, aprovechar también grabaciones que pudieran ayudar a descubrir a los autores. De momento, los agentes municipales redoblaron su presencia «por si a los vándalos se les ocurriera regresar y volver a atentar contra la tranquilidad de los vecinos».
¿Quien ha podido ser? Salva Castelló cree que ha debido ser obra de adolescentes. «Una chiquillada, pero que no puede quedar como si nada hubiese pasado». Entre otras cosas, porque cada vecino tiene que afrontar ahora la reposición de cristales o la limpieza de puertas y paredes. Un hecho que ha agitado un pueblo normalmente tranquilo, actualmente más aislado por las obras del colector, pero donde no esperaban «un acto sin ningún sentido».
vandalismo. Las consecuencias del ataque. 1 Un portal con los cristales rotos. 2y 3 Portales rociados con pintura.
