La propuesta de reversión parcial del PAI de Benimaclet que Compromís Valencia lanzó este jueves, tras una reunión con colectivos vecinales del barrio, ha levantado ampollas en el gobierno del Rialto. Mientras el alcalde, Joan Ribó, de Compromís, la valoró «positivamente» ayer, la concejala de Desarrollo Urbano y vicealcaldesa, la socialista Sandra Gómez, desautorizó el modelo por insostenible tanto desde el punto de vista urbanístico, por proponer viviendas unifamiliares (casas «de poble»), como desde el económico, por las indemnizaciones millonarias que implicaría para el ayuntamiento (hasta 50 millones de euros, según calculan los dueños del suelo).
La vicealcaldesa subrayó ayer que «mi interlocutor en el PAI de Benimaclet es el alcalde», quien reconoció que las competencias de urbanismo las tienen sus socios de gobierno del PSPV, si bien emplazó a «consensuar todas las propuestas». Fuentes de alcaldía destacaron que para Ribó «es muy importante» la opinión de los vecinos, que demandan una reducción drástica de la edificabilidad en el PAI, donde hay previstas 1.300 viviendas.
«Lo que digan otros partidos políticos no forma parte de las decisiones del equipo de gobierno», recalcó Gómez. Añadió que llevan meses trabajando con alcaldía y con los vecinos en la propuesta alternativa para el barrio después de que en julio Ribó rechazase la propuesta de Metrovacesa, propietaria de un 40% del suelo, para desarrollar el sector.
La propuesta de Compromís, avalada por el concejal de Movilidad, Giuseppe Grezzi, y la diputada Papi Robles, consiste en reducir un tercio la edificabilidad y aboga por la gestión directa para esta gran bolsa de suelo para la que Metrovacesa ha presentado un diseño de edificación en altura con huertos urbanos. La propuesta en todo caso hace patente las luchas internas en la coalición de Compromís, que tiene en Benimaclet uno de los principales caladeros de votos.
Como quiera, la vicealcaldesa quitó valor ayer a la propuesta de Compromís. «No compartimos un modelo de viviendas de unifamiliares, que privatiza el suelo público y es absolutamente elitista». Se trata de una tipología de casas que pueden alcanzar precios de 500.000 euros en el mercado, que «va a gentrificar el barrio», advirtió Gómez.
