Propietarios del conjunto de casas históricas y antiguas alquerías de la plaza de Patraix han dado esta semana la voz de alarma por el deterioro de este patrimonio. Los vecinos denuncian el «limbo urbanístico» en el que se encuentran desde hace ya tres décadas y que les impide rehabilitar las viviendas, algunas de las cuales se caen literalmente a trozos.

La situación de ruina de algunas casas de la plaza es tal que esta semana ha colapsado una de las que estaba en peor estado, situada en la calle Marqués de Elx. La caída de cascotes y partes del tejado y muros de la vivienda ha obligado a intervenir a los bomberos, a vallar el perímetro de las casas afectadas y a llevar obras de reparación urgente a los propietarios.

Los dueños y dueñas de estas viviendas esperan desde hace meses a la aprobación definitiva del nuevo plan especial de protección del centro histórico de Patraix impulsado por la concejalía de Desarrollo Urbano, que protege con nivel 2 muchas de estas construcciones y blinda el patrimonio histórico del barrio.

«Nos dijeron que el plan de protección era inminente, pero no llega y mientras tanto las casas se caen», explica una propietaria.

El plan de protección que tramita el ayuntamiento sustituirá al Plan de Reforma Interior anterior, aprobado en los años 90, que contemplaba el derribo de gran parte de las viviendas de la plaza para abrir nuevos viales y rotondas para el tráfico. Con el cambio de gobierno en 2015 se impulsó un nuevo plan de protección, que renuncia a los nuevos viales y preserva las casas y su trama histórica. La aprobación provisional del plan en 2019, tras un proceso de participación ciudadano, trajo aparejada la suspensión de licencia para evitar actuaciones que pusieran en peligro el conjunto, lo cual a la vez impide a los vecinos rehabilitar. «Es un contrasentido», aseguran los propietarios.

«Muchos han tirado por la calle de en medio y las han rehabilitado, arriesgándose a una multa y a pesar de que sus casas en estos momentos están fuera de ordenación», explican los vecinos, que reclaman en todo caso una medida provisional para poder intervenir en sus casas. «No pedimos dinero para arreglarlas solo que nos den licencia para poder arreglarlas», asegura una de las propietarias.

Tras años sin habitar, porque no reúnen condiciones, algunas de las casas han sido ocupadas lo que ha agravado su deterioro, apuntan los vecinos.

«Mientras no esté el nuevo plan de protección no se puede hacer nada». «Nos gustaría arreglarlas, pero no podemos». «Y así llevamos dos años esperando. «Ni puedes arreglar la casa, ni vender porque no sabes como quedará finalmente el plan». «Es lamentable que existiendo un plan que protege los edificios no podamos rehabilitarlos y se estén cayendo a trozos». A este paso, añaden, «cuando lo aprueben ya no va a quedar nadad que proteger». Hay vecinos que se han puesto en manos de abogados para conseguir la licencia.

Fuentes de la Concejalía de Desarrollo Urbano explicaron que el plan de protección está pendiente de la aprobación por parte de la Conselleria de Cultura. Aseguran que, pese a la suspensión de licencias, los propietarios podrían intervenir siempre que la actuación no exceda lo que el nuevo plan aprueba para la vivienda en cuestión. El nuevo plan, que daba carpetazo al PRI de los años 90, contempla la peatonalización de todo el centro histórico y limita a dos las alturas para conservar las alineaciones de las alquerías del siglo XIX y edificios históricos que se salvarán del derribo.

Viviendas rehabilitadas en el centro de Patraix | M.A.MONTESINOS