Si el superávit fue positivo en las cuentas municipales de 2020, el nivel de ejecución de as inversiones volvió a quedarse corto, concretamente en el 43,5%, según denunció la oposición municipal.
El Alcalde de València, Joan Ribó se refirió a la ejecución presupuestaria global, que incluye el gasto corriente y de personal, y en ese sentido explicó que el año 2020 se ha cerrado con una ejecución presupuestaria del 83%. Y al referirse a la ejecución en las inversiones previstas habló de 83’4 millones de euros, sin porcentaje, «el segundo dato más alto de esta corporación por detrás del año 2016, año en que se situó en 89 millones de euros». «Los presupuestos en esta casa se hacen bien y se ejecutan mucho», dijo el alcalde, quien destacó el hecho de que se haya tenido que convivir con la pandemia y pidió que «se compare con los tres últimos años de gobierno del Partido Popular en el consistorio, donde la media de ejecución de inversiones fue de 49 millones».
Aun así, Ribó quiso destacar que el Tribunal de Recursos Contractuales «está retrasando meses y meses, que llegan prácticamente a años, algunas inversiones». Y en este sentido, el alcalde puso como ejemplo las obras de reforma de la plaza de la Reina, el Palau de la Música «y otras inversiones menores pero que son muchos millones de euros».
La portavoz del Grupo Popular, María José Català, no dejó pasar, sin embargo, la oportunidad para denunciar la pésima e ineficaz gestión de Ribó y el PSPV», que ha impedido que se ejecuten el 57% de las inversiones previstas en el presupuesto de 2020 del ayuntamiento. «Tan solo se han ejecutado el 43,5% de las inversiones, lo que ha supuesto que se queden 108 millones sin ejecutar», dijo Català, que recordó que se habían presupuestado 191,7 millones y sólo se ha ejecutado 83,4.
A su juicio, «la tercera capital de España no puede permitirse un gobierno que no sea capaz de invertir en el futuro», e insistió una vez más en «la importancia de que las inversiones lleguen a los barrios».
