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El aumento de las inspecciones permite sumar 8,2 millones de impuestos en un solo año

Sanjuán anuncia que el año que viene se intervendrá también en el Impuesto de Bienes Inmuebles

Borja Sanjuán durante la presentación del balance de inspecciones del año pasado. | LEVANTE-EMV

La inspección municipal de tributos ha recuperado 8.202.767 euros en situación de fraude fiscal en 2020. La mayor parte corresponde a la gestión de plusvalías (3,5 millones de euros) y al Impuesto sobre Actividades Económicas (3,2 millones de euros), que se ha incorporado recientemente a las actuaciones de control y donde se ha detectado un 58 % de irregularidades. El concejal de Hacienda, Borja Sanjuán, dio a conocer ayer estas cifras y explicó que «por cada euro que el ayuntamiento invierte en inspección, obtiene ocho para el presupuesto municipal».

El edil ha anunciado que, «a través de la gestión del convenio catastral que estamos impulsando», está previsto que el plan de inspección del próximo año incluya el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), la principal fuente de recursos del ayuntamiento.

Por lo que se refiere a 2020, Sanjuán explicó que ha sido «un año particular», porque se tuvieron que paralizar y reorientar las actividades a causa de la pandemia. Aun así, el edil ha calificado el resultado de «excepcional», puesto que se han conseguido rescatar para las arcas municipales 8.2 millones de euros en fraude fiscal. De ellos, 3,5 millones de euros corresponden a la gestión de plusvalías; 3,2 millones de euros al Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE); 800.000 euros, al Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO); 500.776 euros, a sanciones tributarias, y «una cifra casi residual a causa de la covid-19», a la tasa de ocupación del dominio público. Sanjuán ha recordado que el ayuntamiento ha incorporado el ICIO y el IAE a la inspección en los últimos años y «hasta el año 2016 la recaudación por inspección del IAE era de cero euros».

En cuanto a la recaudación relativa al IAE, las actuaciones de control se han centrado en servicios recreativos, como salones de juego; el sector del transporte y las comunicaciones; el sector de la energía y el agua; el sector del comercio, especialmente grandes superficies y supermercados; y el sector de la fabricación, fundamentalmente polígonos industriales.

El porcentaje de fraude detectado en estas inspecciones es del 58 %, «una cifra muy elevada que pone de manifiesto la buena elección de los sectores por parte del personal técnico», según dijo Sanjuán. El concejal ha indicado que desde que se incorporó el IAE a la inspección, los sectores que más recaudación han proporcionado son el hospedaje, la actividad del puerto de València, que comporta el 13 %, y los servicios recreativos y culturales, como los salones de juego.

En cuanto a los 800.000 euros del ICIO, se ha experimentado una bajada respecto de los ingresos de 2019, porque «cada vez mejoran más las liquidaciones voluntarias de los obligados tributarios» y porque «la amenaza de la inspección produce los efectos deseados, que no es recaudar más, sino que cada año haya menos fraude fiscal».

Cada año más

Teniendo en cuenta la evolución de los trabajos municipales de inspección, a partir de 2016 «hay un crecimiento exponencial de las cantidades recaudadas con un leve descenso en 2020 por el coronavirus». «El objetivo es reducir esta cantidad y erradicar el fraude fiscal», insistió el edil.

Borja Sanjuán aseguró que «se ha demostrado que invertir dinero en inspección y combatir el fraude fiscal es muy rentable para este ayuntamiento y aporta rendimiento en término de justicia fiscal». Anunció, así mismo, que se está trabajando, «a través de la gestión del convenio catastral que estamos impulsando», para que el plan de inspección del próximo año contemple el control sobre el IBI, la principal fuente de recursos municipales.

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