València quiere ser una ciudad totalmente descarbonizada en 2030, un hito mayúsculo si se tiene en cuenta que apenas faltan 9 años para conseguirlo y que lograr esta meta implica una intensa movilización de recursos, por parte de las instituciones, pero también del sector privado, tanto empresas como comunidades de propietarios, asociaciones de vecinos y organizaciones empresariales y sociales.
El alcalde de València Joan Ribó, acompañado del concejal de Innovación y Gestión del Conocimiento Carlos Galiana; del concejal de Emergencia Climática y Transición Energética Alejandro Ramon, y las concejalas del equipo de gobierno Lucía Beamud y Elisa Valía, han presentado esta mañana "la primera misión de innovación" de la capital valenciana "para convertirse en una ciudad climáticamente neutra". En el acto ha participado también la consellera de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Energética, Mireia Mollà, y telemáticamente la vicepresidenta cuarta del gobierno y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera.
València se une al reto implementado por la Comisión Europea, bajo la misión "Ciudades inteligentes y climáticamente neutras", de lograr que al menos 100 ciudades europeas estén totalmente descarbonizadas en el horizonte de 2030, y que sean totalmente neutras en 2050.
El alcalde ha señalado que poner en marcha la Misión València Ciudad Descarbonizada en 2030 es "de una gran importancia" y "plasma la voluntad mayoritaria del Ayuntamiento y de muchos sectores" de conseguir esta meta medioambiental, indispensable para frenar el Cambio Climático y acelerar la Transición Ecológica. Ribó es consciente que acometer estas transformaciones en València plantea grandes retos. "O vamos rápidos o los problemas que vamos a tener con el Cambio Climático cada vez van a ser peores" , ha reflexionado.
Por su parte, la consellera Mireia Mollà felicitó al Ayuntamiento de València por "su valentía para asumir su papel dentro de la Agencia Verde Europea", un papel transformador en el que las ciudades tienen que actuar en un horizonte "ya ajustado, el horizonte 2030 -de ciudades descarbonizadas- y de 2050, de neutralidad" en las emisiones de CO2.
"Necesitamos 100 ciudades y 3 barrios -en València- que lideren esta neutralidad y para que hagan de amplificadores de estos retos y para darle sentido a lo que está diciendo Europa con la Agencia Verde Europea", ha comentado Mollà. "Necesitamos que se transforme la movilidad, el sector productivo y económico, el consumo, el uso de la energía.... en las grandes ciudades " para que efectivamente puedan cumplirse los objetivos de la ley autonómica del Cambio Climático que "muy pronto entrará en el ámbito parlamentario para su tramitación final".
También para que se cumplan los requisitos de la recién estrenada Ley del Cambio Climático de ámbito estatal, y también la ley europea que impulsan las autoridades de la Unión Europea, a partir de las distintas directivas medioambientales. Todo ello, en un contexto de emergencia climática, "donde los principales expertos coinciden en afirmar que el Mediterráneo es el epicentro de todos los efectos -más negativos- del Cambio Climático", ha manifestado la consellera.
La misión «ciudades inteligentes y climáticamente neutras», tal como ha informado la Comisión Europea, apoyará, promoverá y mostrará la transformación de cien ciudades europeas hacia la neutralidad climática de aquí a 2030 y las convertirá en centros de experimentación e innovación para todas las demás. Cada una de las cien ciudades pioneras que hayan aceptado la misión de ser climáticamente neutras para 2030 firmará un Contrato de ciudad por el clima adaptado a su propia realidad y elaborado mediante un proceso de creación conjunta en el que puedan manifestarse todas las opiniones en todos los niveles, tal como señala la institución europea.
- En esta línea, y a preguntas de Levante-EMV, el concejal de Innovación Carlos Galiana ha subrayado que el reto de lograr que València es una misión mayúscula, equiparable a la acometida por Estados Unidos con la misión Apollo XI. Los norteamericanos señalaba a este diario el regidor, se plantearon como objetivo enviar a la Luna a un hombre, que pisase aquel planeta y que luego regresase sano y salvo a la Tierra. El desafío al que se enfrenta la ciudad es tan difícil como aquel, porque lo que está en la mano del ayuntamiento es influir en un 10 o 15 % directamente, para introducir estos cambios para frenar el Cambio Climático, ha argumentado el regidor. El resto de grandes transformaciones como que el transporte en la ciudad y el área metropolitana sea eléctrico y sostenible, o que se generalicen las comunidades energéticas y el uso de los paneles solares, depende de la iniciativa privada y de la concienciación ciudadana, ha explicado.
