La Asociación de Vendedores del Mercado Central de València muestra su apoyo a la rehabilitación de los edificios abandonados en la calle Eixarchs, en un espacio actualmente degradado, ya que supondrá un beneficio no solo para los residentes sino para todos los ciudadanos, para el Mercado Central, los comercios de Ciutat Vella y, en general, para las actividades económicas, educativas e institucionales del entorno y para toda la ciudad. Así se ha pronunciado esta mañana la asociación de vendedores del que es el centro neurálgico comercial de Ciutat Vella tras las denuncias de los vecinos del entorno reivindicando, tras años de abandono, la recuperación del conjunto de palacios cuya imagen de abandono degrada una de las fachadas de la plaza de la Brujas, junto a la iglesia de los Santos Juanes, y actualmente en proceso de reforma y peatonalización.

La Asociación de Vendedores considera necesaria la intervención urbanística y la recuperación de estos edificios, de gran valor patrimonial, en un momento en que se está acometiendo la urbanización de la zona, con el fin de contribuir a sacar a la luz el atractivo del conjunto, favoreciendo la convivencia ciudadana y la actividad comercial.

Asimismo, según la Asociación, la actuación permitirá resolver la transición entre la avenida del Oeste y la calle Boatella, que es la transición entre la ciudad moderna y la puerta de la ciudad histórica, en pleno corazón de la ciudad, en el triángulo mágico que forman el Mercado Central, La Lonja y la iglesia de los Santos Juanes.

Durante decenas de años, el acceso al Mercado Central tanto en vehículo privado como en transporte público se ha realizado desde la Avenida María Cristina, por San Vicente, tanto desde la Plaza de la Reina como desde San Agustín, un acceso emblemático a un lugar emblemático.

Desde finales de 2015, con la nueva estrategia de movilidad, este acceso al centro de la ciudad se ha visto limitado, al cerrarse la calle San Vicente, desde plaza de la Reina, y al convertirse en peatonal la Plaza del Mercado, siendo la entrada desde la Avenida del Oeste o Guillem Sorolla el único acceso, tanto en vehículo privado como en transporte público.

Con esta nueva entrada, los clientes y visitantes, si no se acomete la rehabilitación de los citados edificios de la calle Eixarchs, tendrán como primera visión, al final de la Avenida del Oeste, este conjunto arquitectónico abandonado y degradado, una especie de mancha negra en medio de un entorno recientemente reurbanizado.