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Costas obliga a los chiringuitos de Pinedo a quitar obra dura

El Ministerio de Transición Ecológica exige a los hosteleros que levanten la losa de hormigón como requisito «indispensable» para otorgar la concesión de ocupación de suelo de las terrazas

Bañistas y terrazas de la playa de Pinedo. | GERMAN CABALLERO

La Dirección General de Costas del Ministerio de Transición Ecológica ha dado otra vuelta de tuerca en las concesiones de ocupación del suelo a los hosteleros del paseo marítimo de Pinedo al exigirles como condición para renovar las licencias sobre dominio público que retiren la losa de hormigón de las terrazas. Así lo explicaron fuentes del Servicio de Disciplina Urbanística del Ayuntamiento de València, que acaba de aprobar la licencia de demolición de la solera de hormigón de uno de los chiringuitos de la playa de Pinedo, en concreto, del módulo 1 donde se encuentra el restaurante «El Abi».

El desmantelamiento del entoldado y cerramiento metálico fijo de las terrazas de los chiringuitos de la playa en 2019 no es suficiente para cumplir con las exigencias de Costas para renovar las concesiones a los restaurantes tradicionales de esta popular playa del sur. Ahora se les exige también que levanten y retiren el pavimento de hormigón de las terrazas, que ocupan zona de dominio público marítimo-terrestre. Y no solo el que hay en la fachada principal, recayente a la playa, también se reclama la retirada de la solera de obra dura en los laterales de las terrazas, que han quedado en desuso.

Los hosteleros no ocultan su malestar por las constantes exigencias de Costas, que les permite de momento tener las terrazas con dimensiones más reducidas, pero les obliga a poner y retirar todos los días las sombrillas, mesas y sillas.

Los restaurantes y arrocerías de la fachada marítima de València, tanto al sur como al norte, mantienen un pulso con Costas desde que con el deslinde de 2008 se anunciaron drásticos recortes (de hasta dos tercios) en la superficie de las terrazas, el gran reclamo junto con la gastronomía de estos restaurantes. Mientras al norte, en la playa de la Malva-rosa, los chiringuitos del paseo marítimo han desmontado las terrazas a pie de playa y tienen en marcha la reforma de sus locales para subir las terrazas a la planta primera, hasta ahora destinada a almacenes, al sur, los hosteleros de Pinedo han tenido que renunciar a las terrazas fijas. «Solo nos dejan sacar las sombrillas por el día y volver a guardarlas por la noche», explica una de las hosteleras de Pinedo.

La retirada del hormigón es además un «requisito indispensable» para la tramitación de los expedientes de prórroga de los títulos de concesión para la ocupación y explotación de los chiringuitos ubicados en el dominio público marítimo terrestre, un condicionante que de momento no se ha exigido a los chiringuitos de la playa de la Malva-rosa, situados sobre el paseo marítimo de obra dura.

Los hosteleros de Pinedo han denunciado en varias ocasiones lo desproporcionado de las exigencias de Costas, que ha obligado a reducir dos tercios de la superficie de las terrazas, que en verano eran el motor del negocio llegando a sumar en algunos locales hasta 50 mesas, frente a la veintena que se ponían en el interior porque los clientes lo demandan y porque degustar un arroz a la brisa del mar no es lo mismo que hacerlo entre cuatro paredes.

Según la licencia de demolición concedida por el ayuntamiento al restaurante El Abi, «tras la demolición de la solera de hormigón el terreno quedará en su estado original como si no hubiese habido intervención del hombre y sin menoscabar las condiciones de protección ambiental y natural, sino que se mejoran, quedando el estado natural del terreno».

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