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Desalojan toda la finca del Cabanyal por las deficiencias en otra vivienda

El falso techo del número 7 se ha caído por las lluvias

Los operarios tuvieron que apuntalar la finca para evitar posibles derrumbes. | GERMÁN CABALLERO

La finca ubicada en la calle Lavadero 23, en el barrio del Cabanyal, ha sido desalojada finalmente de forma íntegra, porque el piso del número 7 también tiene graves deficiencias en el techo. Ante la amenaza de posible derrumbe de todo el edificio, los Bomberos del Ayuntamiento de València ordenaron el desalojo de todo el inmueble. Tal como publicó Levante-EMV, en principio, la semana pasada, se obligó a dejar sus casas a los vecinos de los números pares 2,4,6, 8 y también a los del 9, ya que fue el ático de la puerta 8 el que sufrió un hundimiento en el techo. En ese momento, tras realizar una inspección los Bomberos y los técnicos competentes, se optó porque solo dejasen sus casas las familias de un bloque. Sin embargo, como ha podido saber este periódico, ahora se ha procedido a ordenar el desalojo total de la finca, por tanto también de los pisos que faltaban: los números 1 a 7. Visto el informe técnico efectuado por el Departamento de Bomberos, tras la inspección ocular del edificio sito en la calle Lavadero, número 23, los especialistas del Ayuntamiento concluyeron que existen «daños importantes que impiden la habitabilidad de la edificación o parte de ella, requiriendo intervenciones de reparación o sustitución y la adopción de medidas inmediatas».

Más concretamente, en el número 7 se ha hundido el forjado lo que obligó a desalojar a las tres familias que quedaban en la finca, y que hasta ahora, no se habían marchado a otros hogares.

En esa línea, una vecina mostró a este diario su indignación por lo ocurrido y por la falta de alternativas habitacionales que les han brindado desde Servicios Sociales del Ayuntamiento. «Somos la última familia que queda por dejar nuestra casa -dijo esta propietaria-, al final nos vamos a ir a una casita en un pueblo que nos van a ceder unos familiares porque en Servicios Sociales nos ofrecían ir a un albergue ya que nos dijeron que no tienen viviendas sociales en el ayuntamiento». Esta residente está muy enfadada con las autoridades municipales, en particular con el alcalde Joan Ribó. «Dicen que han hecho muchas cosas en el Cabanyal, y no es verdad, arreglar 4 calles y poco más», señaló. «Mi casa está perfecta y recién reformada, la de arriba está perfecta; hicimos obras y arreglamos toda la terraza, incluido las bajantes; e incluso hace año y medio la finca pasó la revisión técnica», relataba. Sin embargo, precisamente la vivienda del número 7 y el bajo comercial de la finca, que son propiedad municipal, son los están en peor estado «por la falta de mantenimiento». El ático del número 8 sufrió el derrumbe parcial del techo y el 7 ha visto como se caía todo el falso techo por las filtraciones de las lluvias y la falta de conservación desde hace años. «Ese piso del ayuntamiento lleva 15 años cerrado y tapiado pero nadie se preocupa por venir a verlo y ver si hay que arreglar algo», cuenta la vecina.

El resultado es que ya han tenido que intervenir de urgencia unos operarios que han procedido a apuntalar cada casa del inmueble. «Las obras durarán por lo menos 2 meses nada de 4 días como nos dijeron», concluye desolada.

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