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Los vecinos urgen a aprobar ya el rediseño del PAI de Benimaclet

La promotora dueña del suelo desiste del vallado y permite que los coches vuelvan a aparcar

El PAI de Benimaclet, ocupado por huertos urbanos. | GERMÁN CABALLERO

Sin novedades de la reformulación del PAI de Benimaclet seis meses después de que la Concejalía de Desarrollo Urbano anunciase la revisión del planeamiento de toda el área funcional del barrio en aras de buscar una solución para el diseño del barrio que guste a todos, vecinos, gobierno municipal y promotoras. La concejalía que dirige la socialista Sandra Gómez asegura que se están ultimando los pliegos de condiciones para licitar la revisión del área funcional, que comprende todo el barrio, incluidos los terrenos del PAI de Benimaclet junto a la ronda norte. Con esta revisión del área funcional, que se licitará «en breve», según apunta Urbanismo, se analizarán las necesidades dotacionales, de zonas verdes y vivienda del barrio en su conjunto. Un proceso que tardará varios meses.

Los vecinos de Benimaclet explicaron ayer que tras las tensiones que se registraron el pasado mes de junio en el barrio como consecuencia de la decisión de la promotora Metrovacesa, dueña de la mayor parte del suelo del sector de Benimaclet, de vallar los solares de su propiedad donde los vecinos han instalado huertos urbanos, casetas y gallineros y que también funcionan como zona de aparcamiento.

La promotora ha desistido en el vallado y tras varios intentos de completar el cerramiento frustrados por los vecinos, que tiraron las vallas al suelo, ha desistido, con lo cual los solares vuelven a funcionar como aparcamiento. Tras el parón del mes de agosto, los vecinos confían en que el ayuntamiento les informe de los pasos que se están dando. «De momento, no nos han informado de nada y esperamos que este gobierno que presume de participación ciudadana lo haga y no vuelvan con una propuesta cerrada para el barrio». Los vecinos de Benimaclet, recuerda su portavoz, Paco Guardeño, remitieron hace meses un manifiesto al gobierno de Joan Ribó, avalado por cerca de 300 firmas solicitando que los socios de gobierno «dejen de hacer la guerra por su cuenta, y se sienten a consensuar un proyecto urbanístico acorde a las necesidades del barrio».

Como ha publicado este diario, el PAI de Benimaclet, donde hay previstas 1.400 viviendas, es objeto de enfrentamiento entre los socios del Gobierno del Rialto. Mientras el alcalde, Joan Ribó, y el vicealcalde, Sergi Campillo, ambos de Compromís defienden, en línea con el colectivo Cuidem Benimaclet, recortes del 50% en la edificabilidad para salvar los huertos urbanos de gestión vecinal existentes y un modelo residencial de baja altura, los socios del PSPV, que tienen las competencias en materia urbanística, abogan por mantener la edificación en altura para liberar suelo público y garantizar así las dotaciones que necesita el barrio. La reformulación de toda el área funcional fue la decisión adoptada en febrero para intentar buscar una solución de consenso.

Ante el anuncio de revisión del planeamiento, Metrovacesa, cuyo diseño con edificios en altura fue rechazado en julio de 2020 por el alcalde, optó por vallar los solares de su propiedad para evitar la proliferación de más huertos urbanos, lo que generó el enfado de los vecinos, que tiraron las vallas para poder aparcar vehículos en unos terenos que dicen, «llevan más de 25 años abandonados».

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