Un total de 249 sintechos que vivían en las calles de Valéncia en 2020 bajo la tutela de la administración local han dejado la ciudad durante 2021 y han vuelto a sus lugares de origen, bien en la Comunitat Valenciana, España o en países extranjeros. En el caso del exterior, los países receptores son Rumanía, Marruecos, Bulgaria, Polonia y Lituania. Este dato lo conocemos por el informe que los trabajadores del Centro de Atención a Personas sin Techo (CAST) han realizado a la concejala de Bienestar Social Isabel Lozano. En el apartado de ayudas a desplazamientos, entre el 1 de enero y el 15 de octubre de este año, se han llevado a cabo 249 actuaciones para ayudar a volver a sus ciudades a sinhogares que llegaron a la capital valenciana durante la pandemia, incluso en el confinamiento, en busca de mejores recursos donde ser acogidos, tal como explica la concejala Isabel Lozano. Estos hombres y mujeres han sido tutelados en la vuelta a sus ciudades y países de origen.
Además, en lo que va de año ya se han atendido en el CAST a 858 sintechos, de los que 209 son casos nuevos. Esto significa un aumento de 75 usuarios respecto a 2020, cuando se prestó atención a 783 personas, de las que 202 eran casos nuevos.
Precisamente la vuelta a la nueva normalidad ha hecho que haya aumentado un 9,57% el número de usuarios atendidos en el CAST. Respecto al perfil de los sinhogares que pasan por este recurso municipal hay que subrayar que el 70% son españoles y el 30% extranjeros. Esta tendencia se mantiene respecto a ejercicios anteriores. En cuanto al sexo, priman mayoritariamente los hombres, 79,79%, frente a un 19,76% de las mujeres. En los primeros 10 meses de 2021 se han atendido ya a 130 personas en la calle y se han realizado hasta 340 actuaciones. En ese sentido, han recibido información o se han derivado a recursos de alojamiento a 538 usuarios y en total se han efectuado 2.581 entrevistas.
El CAST cuenta hoy con un equipo multidisciplinar formado por 5 trabajadoras sociales, 1 educadora, 1 psicóloga, la directora, 3 administrativas y un subalterno, y 7 policías locales de la Unidad X-4, que realizan una labor de seguimiento diario.
Tal como afirma Isabel Lozano, los sinhogares «reciben una atención integral que va desde la baja exigencia y el trabajo de calle a protección en situaciones de desamparo y viviendas supervisadas para la autonomía».
