«¡Ribó escucha, Orriols está en lucha !» o «¡Con delincuencia no hay convivencia!» fueron las dos proclamas principales que sonaron ayer en las calles de este barrio valenciano en la manifestación para reclamar un barrio digno, diverso y seguro. La protesta reunió a decenas de personas y pasó en su tramo final por la denominada Zona Cero de Orriols, en los cruces de Padre Viñes con San Juan de la Cruz y Daroca, donde en los operativos policiales más peligrosos se recibe a los agentes a ladrillazos, o tirándoles objetos como macetas e incluso huevos por parte de los delincuentes. Ayer los agentes antidisturbios de la Policía Nacional y los de la Policía Local que abrían la comitiva no paraban de mirar hacia los balcones durante la marcha cívica. La manifestación fue convocada por Orriols en Lucha,plataforma en la que se integran la asociación de comerciantes además de diversos colectivos cívicos y sociales. También estuvieron los representantes del Centro Islámico. Igualmente se sumaron con su propia pancarta los vecinos de la Malva-rosa y los de Benimaclet que proclamaron «la unión y la solidaridad de los barrios» contra la inseguridad ciudadana y el incivismo.
El alcalde Joan Ribó fue el centro de las críticas aunque también hubo otra manifestante que portaba un letrero donde se podía leer: «Políticos y delincuentes nos maltratan». En una de las paradas de la protesta, en el citado cruce de Padre Viñes con San Juan de la Cruz otro vecino veterano del barrio, muy popular, conmovió a todos los presentes al gritar bien alto que Orriols «es un barrio de personas decentes, donde no queremos delincuentes». La comitiva arrancó en la plaza de la Ermita, pasó por San Vicente de Paul, un tramo de Primado Reig, y entró por Padre Viñes para ir haciendo paradas en los cruces de Daroca y Arquitecto Rodríguez para volver a la plaza de la Ermita. Minutos antes de arrancar la manifestación, la portavoz de Orriols en Lucha Mari Carmen Tarín señaló a Levante-EMV que la mayor presencia policial en el barrio durante las últimas semanas ha calmado la situación. Sin embargo, el problema de las ocupaciones ilegales de viviendas para delinquir sigue siendo muy grave.
Por su parte, la presidenta de la Asociación de Comerciantes Paqui Bou lamentó que la inseguridad ciudadana, la degradación urbana y la delincuencia están expulsando del barrio a los comerciantes y a muchos vecinos. «A los delincuentes les molestamos», lamentó. Al tiempo que recordó que llevan «muchos años denunciando esta situación» sin que las autoridades hayan tomado cartas en el asunto. Ayer los concejales de Ciudadanos Fernando Giner y Narciso Estellés se sumaron a la protesta también.
