La antigua Delegación de Hacienda de València, situada en la calle Guillem de Castro, seguirá prestando en el futuro un servicio similar al que tuvo en los últimos años, pero ahora para el Ayuntamiento de València, que está en trámites para comprar el edificio con la idea de trasladar allí dependencias de la Concejalía de Hacienda y los servicios que están diseminados por numerosos pisos cercanos a la casa consistorial.
Así lo confirmó a Levante-EMV el concejal de Hacienda, Borja Sanjuán, que aseguró que el futuro uso de la delegación no será ni el de museo ni nada parecido. Tras bloquear su conversión en hotel, el Ayuntamiento de València negocia con el Ministerio de Hacienda la compra del edificio. En la actualidad, la Concejalía de Gestión de Recursos que lidera Luisa Notario está terminando un informe sobre el estado del edificio para valorarlo económicamente de cara a su adquisición, para la que inicialmente se presupuestaron 10 millones de euros.
En la negociación, además, se incluirán algunos solares que comparten o tienen interés para el Ayuntamiento de Hacienda y el ministerio. Con todo ello se fijará el precio final y, con toda probabilidad, pasará a formar parte del patrimonio municipal.
Borja Sanjuán cree que ese proceso debería estar terminado a lo largo del año que viene y comenzar a recuperar el edificio lo antes posible, pues lleva cerrado desde el año 2016 y el tiempo juega en contra en lo que a deterioro se refiere.
Encauzado ese asunto de la compra, la cuestión era qué usos se le podrían dar al edificio, situado en el centro de la ciudad y con unas condiciones arquitectónicas muy particulares, como por ejemplo un gran vestíbulo muy apto para convertirse en zona de exposición.
Y todo parece indicar que también ese asunto está resuelto. El concejal de Hacienda, Borja Sanjuán, explicó que el edificio se destinará a dependencias municipales de atención al público, básicamente las relacionadas con su propia concejalía y con la recaudación de tributos.
Así mismo, está previsto trasladar allí los servicios que en la actualidad están diseminados por numerosos pisos alrededor de la casa consistorial, como por ejemplo el Jurado Tributario o los servicios de Inspección y Gestión Tributaria.
La vieja Delegación de Hacienda, inaugurada en 1959, de estilo neoclásico de postguerra, fue cerrada al público en el año 2016 después de que cayeran, dos veces casi seguidas, partes del techo de alguna de sus dependencias. Tras comprobarse el mal estado del edificio se trasladaron todos los servicios a otro edificio en la Plaza del Ayuntamiento y la primera opción del ministerio fue darle un uso terciario para convertirlo en hotel.
El ayuntamiento, sin embargo, bloqueo esa operación y se vio obligado a adquirirlo sin uso definido. Se ha hablado de museo, de biblioteca o espacio cultural, de centro de atención al público y ahora de espacio dedicado mayoritariamente a los tributos.
