El Ayuntamiento de València puso en marcha ayer y hasta el mes de febrero la Operación Frío, ante el previsible descenso de las temperaturas y con el objetivo de dar respuesta a las necesidades de alojamiento nocturno y facilitar ropa de abrigo a las personas sin hogar que pernoctan en la calle.

El dispositivo, aunque está previsto que se prolongue hasta febrero, se puede activar en cualquier momento por motivos climatológicos o circunstancias de emergencia social. Así lo ha anunciado la concejala de Servicios Sociales, Isabel Lozano, durante su visita en el Centro de Atención a Emergencias Sociales (CAES), ubicado en la calle Santa Cruz de Tenerife, en el barrio de Tres Forques.

Este recurso de emergencia de baja exigencia, «flexible hasta el punto de admitir mascotas», abrirá 120 días en el año, cuando las inclemencias del tiempo o circunstancias extraordinarias ponen en riesgo la salud de las personas sin hogar, según el convenio firmado con Cruz Roja, que prevé un presupuesto municipal de 101.000 euros, frente a la subvención de 16.000 euros del año pasado.

Isabel Lozano comprobó ayer que todo está «en buenas condiciones para recibir a las personas que quieran hacer uso de él». Los voluntarios de Cruz Roja se han encargado de reubicar el mobiliario para que se puedan mantener distancias de seguridad, y han organizado kits y comida «para que a nadie le falte nada».

La concejala Isabel Lozano ha querido poner en valor la importancia de este tipo de servicios durante el época de frío y ha subrayado que en la ciudad hay 648 plazas, «y si existiera una demanda mayor habilitaríamos otros espacios». «Este es un servicio fundamental para las personas que necesitan un lugar donde dormir y refugiarse cuando hace frío, además se lo ofrece comer, se les lava la ropa y pueden ducharse o permanecer aquí el tiempo que quieran».