El alcalde de València, Joan Ribó, y el concejal de Hacienda, Borja Sanjuán, han anunciado varias iniciativas municipales con los 83 millones de euros del remanente del año pasado, entre ellas una inyección de 11 millones a la EMT, la compra por 2,4 millones del Palacio de Montortal, la urbanización del final de Blasco Ibáñez o la ampliación del Parque de la Rambleta. También se destinará 1,5 millones de euros para ayudar a los refugiados ucranianos que están llegando a la ciudad.

De los 83 millones de euros del superávit del año pasado, 23 serán para amortizar deuda, que es el mínimo al que obliga la ley, según Ribó, y 59 millones serán para inversiones y ayudas a la pandemia, que es lo máximo que permitía esa misma ley. Es un dinero que demuestra que "el ayuntamiento es muy solvente y que hace una gestión eficiente y honrada de los recursos", lo que permite "disponer de una renta para atender a los ciudadanos y las emergencias, muy importante ahora con la pandemia y la guerra", ha precisado el alcalde.

Obligados por la normativa vigente, 23 de esos millones se destinarán a la amortización anticipada de deuda, lo que permitirá bajar el nivel de endeudamiento del ayuntamiento al 30% del presupuesto, frente al 100% que dejó el Partido Popular, ha recordado el alcalde. Más en concreto, la deuda se acercará a los 250 millones de euros, cuando en la peor época de los populares superó los mil.

"El nivel de endeudamiento del ayuntamiento es el 30% del presupuesto, frente al 100% que dejó el Partido Popular"

El resto del remanente, 59 millones, será para inversiones y gastos. A grandes rasgos, se destinarán 38 millones a inversiones y transferencias, 10,8 a gasto corriente y diez más se dejarán para posibles emergencias a lo largo del año.

Y bajando más al detalle, el abanico es amplio. De entrada, la EMT recibirá cerca de 11 millones de euros, de los cuales 6,1 serán para atender las deudas derivadas de la pandemia y 4,8 para afrontar la subida del combustible. Así mismo, se gastarán 6 millones en la compra de inmuebles, entre ellos el Palacio de Montortal, en el que se gastarán 2,4 millones de euros con la idea de vincularlo al vecino Palacio de Cervelló para ampliar el Archivo Municipal. El resto será para comprar viviendas o nuevas instalaciones municipales. También habrá una partida para expropiaciones y en ella se incluye la finalización de la avenida Blasco Ibáñez y la ampliación del Parque de la Rambleta. Y se abundará en la reforma tecnológica de la administración con otros dos millones, de forma que los avances previsto para diez años se hagan en dos, ha explicado Borja Sanjuán.

En cuanto los10 millones para gastos imprevistos, se está pensando sobre todo en la adquisición de la antigua sede de Hacienda de Guillem de Castro y se mantiene la esperanza de que se inicie el canal de acceso del Parc Central.