Después de dos ediciones canceladas por los embates de la pandemia, la Mostra de Vins ha vuelto a llenar de gente los jardines del Túria de València durante el presente fin de semana. Una treintena de bodegas de la Comunitat Valenciana se han dado cita en una iniciativa ya asentada en el calendario de la capital valenciana, ya que suma 32 ediciones. El buen tiempo ha acompañado durante toda la celebracón de este año, un factor que ha contribuido al éxito de asistencia.
Una muestra del interés generado han sido las constantes colas registradas durante todos los días de duración del evento. La gente tiene ganas de disfrutar después de dos años muy duros.
Uno de las novedades es la modalidad de acceso. Así, los asistentes han podido pagar una entrada diaria con dos degustaciones y un acceso para todas las jornadas con seis consumiciones. Todas los tickets han estado emparejados con una pulsera identificativa, por lo que también se podía adquirir bebida y comida en los stands abonándolas de forma directa a los responsables de cada puesto gracias a una app.
Guillermo Antelo, gerente de Tarongino, vuelve a la cita tras el parón de la pandemia. Presenta su vino de naranja naranja y pomelo fermentado. Su valoración de la edición de este año es muy positiva: "Creo que esta es la tercera vez que venimos como empresa y me da la impresión que hay más gente respecto a antes de la pandemia, parece que había muchas ganas. En un buen día hemos podido servir unas 700 copas, lo que equivale a 90 botellas. Y ese es un dato muy bueno".
En el otro lado, el del público asistente, la satisfacción también es palpable. Eva Moro vino a València desde Valladolid hace 30 años y es una veterana del evento. Hoy ha visitado los Jardines del Túria junto a unas amigas: "Para mi es mejor venir por la mañana, es un poco más comedido. Es una pasada estar aquí de nuevo".
