Entre aplausos y gritos de devoción, la Virgen del Carmen volvió a reinar sobre los mares. La procesión marítima, que llevaba dos años sin poder celebrarse debido a las restricciones para frenar la pandemia de coronavirus, fue recibida con fervor. «Estos dos años nos han servido para cogerlo ahora con más ilusión y con más fuerza. Hoy somos más barcos y más compañeros que otras veces», reconoció Luis David, uno de los integrantes del «Muelle de pescadores de València» y que lleva toda la vida acompañando a la embarcación en la que navega durante unas horas la patrona de la Armada Española y de la gente del mar. Igual que Laura, que estaba «deseando que llegara este día para poder pasarlo en familia».

«Este año, sin duda, celebramos con alegres y festivas procesiones marítimas. La llevaremos en volandas hasta el pesquero en un auténtico clamor de devoción humilde y sincera» afirmó Alfredo Cordón Scharfhausen, comandante naval de València y capitán de navío, durante la eucaristía con motivo de la festividad de la Virgen del Carmen que acogió el Tinglado 2 de La Marina.

La misa estuvo presidida por el cardenal arzobispo, Antonio Cañizares, y contó con la música del Cuartel General Terrestre de Alta Disponibilidad y la Coral Polifònica Valentina, que interpretaron la Salve marinera, los himnos de la Armada Española y de la Comunitat Valenciana.

Al acto acudieron la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé, y la fiscal superior de la Comunitat Valenciana, Teresa Gisbert, junto a representantes municipales, de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, del cuerpo consular, de la Comandancia Naval en València, del Puerto de València, de la cofradía de pescadores y de la cofradía del Carmen de la parroquia de Santa María del Mar del Grao, entre otros, además de la fallera mayor de València y la infantil, Carmen Martín y Nerea López, respectivamente.

«Ganas de volver»

«Había ganas de volver a celebrarlo», admitió Carmen mientras veía pasar frente a ella la imagen de la Virgen. «Nunca he podido subirme al pesquero, pero me encantaría. El año que viene lo intentaremos», añadió. Entre el público, también había turistas que, a pesar de las altas temperaturas que se registraron por la ola de calor, no dudaron en acercarse a al Tinglado 2. Mari Carmen viajó desde Albacete junto a su marido. «Lo más bonito es la procesión marítima», apuntaba.

Después de colocar frente a la Virgen del Carmen una corona de flores, por parte del comandante naval, Alfredo Cordón, y la presidenta del Real Club Náutico de València, Marisa Arlandis, se procedió al traslado de la imagen a hombros por los marineros y pescadores desde el altar hasta la embarcación asignada, como marca la tradición cada 16 de julio. Una vez en al agua, se dio comienzo a la procesión marítima en la que tuvo lugar una ofrenda floral en recuerdo de los fallecidos en el mar. Al finalizar, la patrona de la Armada fue devuelta a su parroquia.

Recorrió las calles por la tarde

Después de la jornada matinal, la imagen, acompañada por el Niño Jesús del Carmen, recorrió las calles del barrio que lleva su mismo nombre, en la procesión que empezó a las 20:30 horas. Mientras algunos disfrutaban de la vida nocturna de la zona, la comitiva rindió homenaje a su Virgen con máximo respeto y devoción.

El itinerario pasó por la calle Roteros, Serranos, la plaza de San Bartolomé, Caballeros, San Miguel, la plaza Músico López Chavarri, la bajada de San Miguel, la calle Alta, la plaza Pedro Borrego y la calle del Museo. El recorrido finalizó en la Plaza del Carmen, también punto de salida, con la interpretación del «Cant de la Carxofa» por un niño de la Escolanía de la Virgen de los Desamparados y el coro y músicos de la capilla del maestro Sansaloni.